Wednesday, December 26, 2007

Fronteras



Ríos, montañas, caminos y hasta puentes entre países. Puentes que no debieran ser ocupados bajo ningún motivo. Cercas entre campos, sugiriendo propiedad. Sistemas magnéticos que restringen el acceso de gente a clubes o eventos. Condiciones de Von Neumann y valores de la función al cruzar un cero, en matemáticas. Fortachones en las puertas de las discos. Fechas que son mojones entre distintas etapas... y cómo no, finales de año.

Todos estos ejemplos son alguna clase de frontera. Algo ocurre antes o después. No es lo mismo más acá que más acá. La función está "bien comportada" o se va decididamente al infinito. O pertenecés y entrás, o el pato vica te emboca. No es lo mismo. Me gustaría conocer en algún viaje, por caso, la Muralla de Adriano -el sitio en Escocia hasta donde llegaron los romanos antes de rebotar una y otra vez-.

A punto de cruzar la frontera del 2008 me dió por pensar en otros casos, y creo que la mayor violencia se da en los casos sociales donde está inmersa la noción de propiedad. Pues en el resto de los casos, el tiempo, el espacio y las matemáticas pertenecen a todos. Me quedo pensando entre los jazmines en otros ejemplos.

ADDENDUM: la última frontera es la superficie de separación entre las personas, su piel. Por eso cada cultura construye rituales complejos para permitir tocarse, por eso tantos vaivenes y pautas en torno al sexo -y no en torno a la respiración, por caso-.

Friday, December 14, 2007

Contra el Spam Navideño

Son dos magnitudes que se oponen, el buen deseo y la cantidad de destinatarios. El producto entre la intimidad de un buen deseo navideño y la cantidad alcanzada por ese augurio es una constante. En un extremo del gráfico estaría el deseo sincero de felicidades comunicado personalmente al ser querido; en el otro, un insoportable email con copia oculta, casi anónimo, aborrecible.

El tono del mensaje se tornaría inmanejable al mezclar gente que uno realmente estima, con seres de otros años que cuelgan de la agenda prontos a desbarrancar. Que si la agenda fuera de papel, y hubiera un capítulo de "otros", ellos estarían allí y la hoja podría ser llevada por el viento sin gran pérdida. Cómo escribir en un tono promedio para unos y otros? Mejor ni escribir.

Entonces, en estas otredades de rojo y verde que son las fiestas, sugiero infinitamente el saludo personal -probablemente con escasísimos amigos y familiares- y abjuro del horrible mail impersonal, y aún esa llamada piadosa que culmina con un "a ver cuándo nos vemos". Mi cruzada absurda de fin de año es contemplar el jardín y ver como se desliza el 2007 hacia el 2008, casi en soledad. So to speak, la década está perdida.

Tuesday, December 04, 2007

Música para aeropuertos

Las salas de los aeropuertos intercambian gente, como vasos comunicantes. Insisto en la pasividad del sujeto: las personas son transportadas por cintas, escaleras, sillas de ruedas, a veces hasta tambalean por sí solas conducidas hasta abismos exasperantes de nulidad gastronómica. Toda la materia oscura del universo se acumula ahí, todo es más sucio y más caro, los trámites infructuosos son la norma y los mediocres reinan, uniformados. Los miro trastabillar contra las Samsonites, y sólo falta "Música para Aeropuertos" de fondo, esa genialidad de Brian Eno.

Y otra vez es ese estúpido papel que nadie leerá, esa versión desganda de mí mismo en blanco y negro. Sabedor de su inutilidad, mi Cruzada Absurda de Diciembre es decorar esos formularios con cifras y letras absurdos. Llamo a los viajeros a la rebelión: si nadie lee eso, porqué no completarlos con arte? Domicilio? "Gran Apart La Oquedad". Propósito de su viaje? "Engrosar las arcas y aumentar mi tedio". Podríamos alegrar las esperas del avión eligiendo las mejores frases.

Y allí vamos, corriendo por llegar primero a Migraciones y luego -o después, según se mire- a revisar el equipaje, y que algunas veces pasemos indemnes y otras veces nos saquen el cinturón. Pero esto tiene sentido, si hasta merecemos ser castigados.

Sunday, November 25, 2007

La identidad

Desde hace unos días pienso en la identidad, en la manera en que somos y nos percibimos. Qué es lo que hace que seamos de cierta manera día tras día? Por qué no hay un reset general entre una jornada y otra, ya que las células de nuestro cerebro cambian, las circunstancias mudan, y nuestro ánimo -o lo que fuere- es función de miles de variables?

Pienso en la gente bipolar -el Mike Tyson de las depresiones, según Martin Amis en Night Train-, en la década del Prozac, en las argucias químicas que son necesarias para mantener un yo en vilo entre mareas descomunales. Y por qué? Para hacer frente al postulado de que las personas son inmutables, constantes, "con derivada cero" en el tiempo.

Hoy se dice que la inmortalidad depende de hacer back-up del cerebro que habita un cuerpo viejo hacia otro cuerpo más joven. Algo así "hagamos download de la información, alojémosla en un hardware mejor". Y yo creo que lo que somos es una información que cambia día a día. Me maravilla que los matrimonios y las relaciones familiares duren tanto, si son funciones de onda en perpetuo colapso. Debe haber algo más que explique todo esto. Mientra tanto, sigo dudando que cada mañana al levantarme, yo sea tan yo, tan siempre.

Wednesday, November 14, 2007

Miami da Tijuca

Es de noche, ya, el gimanasio ya cerró y no llegó aún nadie del grupo al hotel. Sólo me queda buscar algo en los alrededores. Los barrios pobres están cercados por los grandes cotos de caza de los ricos, me digo, mientras chequeo que soy el único caminante nocturno por la Avenida Das Américas, eyectado del hotel medio-medio bajo la lluvia hacia algún restaurant amigo que las leyendas dicen está en un mall.

Definición de hotel medio-medio: tiene todas las comodidades pero desde que llegás sentís que hay un conflicto latente con el conserje que irremediablemente estallará o esta(sh)ará. La ortografía depende de la mayor o menor solemnidad con que sepas administrar tu furia -y en qué idioma, y si es antes o después del check-out-. Amen del conserje, estás en un hotel medio-medio cuando no estás cerca de la playa en Río, o te separara una laguna probablemente contaminada. Which happens to be the case, como supe al día después: un gran caño lleva mierda de ricos a laguna de pobres. Levanto la vista hacia la noche: bajo la lluvia, a la derecha son todos terribles condominios con seguridad. Y con caños. A la derecha, pasando Avenida Das Américas, un buen inventario de chaturas de distinto signo.

El hotentote de la entrada me dice, você maluco, você devería deixar de caminar pra lá. Pero yo quiero caminar. Pienso: en el maletín tengo todo. Pero todo. No me conviene un asalto. Tres cuadras después, llego al Barra Design, y de golpe todo es perfecto y somos todos rubios y las mulatas tienen piernas absolutamente derivables (C infinito según la jerga del Exactas) y todos tienen tarjeta para los restaurants del piso tres. Elijo uno italiano, me atienden como si fuera un auténtico marahato, hasta que elijo unos fetuccini al funghi y le aclaro al mozo que odio que me sirvan la bebida. Termino rápido, un expresso, y bajo las escaleras mecánicas en esa soledad tan evidente en los shoppings: cada vez más, la gente va de a veinte, a sofocar la pobreza de extramuros en grupos bien delimitados. Ir al shopping en grupos es la analogia offline del Twitter, emitiendo grititos de menos de ciento cuarenta caracteres.

Vuelvo sin el miedo de la ida: un perfecto decasílabo. Vuel-vo-sin-el-mie-do-de-la-i-da. Mastico el pensamiento de que Miami acaba de abrir una sucursal en Tijuca. El moreno de la entrada del hotel advierte sorprendido mi retorno en una sola pieza. Viviré para pelearme con el conserje.

Tuesday, October 30, 2007

Febrero de 2010 - La batalla de los Viejos (IV)

Uno se da cuenta que algo serio ocurre cuando ve la misma conversación nimia resbalando por grupos antagónicos. Mientras terminaba de elongar en la pista podía ver, a lo lejos, un grupo de viejos tirados en los camastros -los slips raídos, las remeras de hace décadas- señalando la puerta de entrada. Al caminar hacia el bar, con la paz del después de las corridas, me ocurrió lo mismo con unas viejas jugando Burako bajo un níspero. "Vienen las brigadas, vienen las brigadas!" decían agitadas, mientras falsificaban palabras triplicando puntos.

Pasé cerca del bar para ver de lejos qué ocurría. A mi izquierda apenas si registro la paradoja del cartel "Mens Sana in Corpore Sano" en el vestuario de socias, en una fachada de ínfulas atenienses. En frente, a unos cincuenta metros y en la entrada, pugna por entrar un grupo de Gordos Cyan, consolidado desde hace un par de años como la fuerza de choque macrista. La vigilancia no sabe muy bien que hacer, y mientras tanto algunos viejos dejan las canchas de tenis y también se acercan. Empiezan a gritar: "Esto Cristina no lo permite", y hacen gestos obscenos.

Entonces la conversación nimia ya está en mi interior, en la antesala de mí mismo; esto demorará la ducha, me digo, y voy hacia la puerta sin tapujos, a ver qué pasa. Al avanzar queda a mi izquierda otro grupo de viejas tomando sol afuera de la pileta, todas de pie y de espaldas, tostando sus caderas augustas mientras cogotean de costado. Finalmente los Gordos Cyan logran entrar y comienza la pelea.

Friday, October 26, 2007

"Sepan disculpar las molestias ocasionadas"

La frase le exige cierta facultad a quien la escucha. No es sólo que uno deba bancarse la demora del subte, la lentitud del call center, la espera en un espectáculo, el piquete callejero oficial o la molestia. Todo se resume en que un Ente Poderoso ha puesto el Capex o el Opex -la versión financiera del cariño- en otro, y no en uno. Desinvertir significa esperar, y el calculado interés del Ente Poderoso en que uno sepa entender. Pero la frase encierra más. Se le exige a uno que posea la cualidad de entenderlos. Y no se trata sólo de uno. El plural de "Sepan...", esa "ene" insinuante de multitudes agobiadas, denota que ellos saben que la tortura es múltiple. Infinitos pozos y péndulos regodéandose en el horizonte.

La frase es nueva, sacada de algún manual noventoso de comunicación empresarial. Y probablemente mi percepción sea ya la del alguien que no se da cuenta de nada. Pienso en otras frases hechas: "may he rest in peace" del inglés, "tomara que você" del portugués, etc. Todo parece bastante sin sentido. Para qué la frase, si sólo exhibe el desdén? Googleo la frase y la encuentro seiscientos cincuenta y cinco veces. Con esta entrada en Blogspot serán 656. Diez más y ya estaremos en el número justo, pues está claro que el infierno está sembrado de molestias ocasionadas.

Saturday, October 20, 2007

Martin Amis - "Night train"

La novela ya tiene su tiempo (1997), sólo que me llegó tarde. Creo que Amis quiso confundir a todo el mundo y echarse a reír antes de su retiro de unos años en Punta del Este. El tono suena a policial negro, aunque él es más bien un "escritor moderno". El contrapunto entre la protagonista-Mike, una policía ex alcohólica y hombruna- y Jennifer la-que-lo-tiene-todo es demasiado pronunciado. Hay un clima de final de civilización que también se advierte en otras novelas de Amis y de McEwan -compañeros de camada, finalmente-. El final es nebuloso, cinematográfico -por los diversos planos de lectura- y tan bien escrito que da asco.

Me resisto a citar nada; en parte porque sólo tengo a mano la traducción castiza "oye tú eres un niñato pijo"; en parte porque está todo parejo, bueno, para salpimentar y leer de corrido en dos noches.

Thursday, October 18, 2007

Sanhattan


Grùas, grùas, grùas -asì, de a tres, y con acentos al revés- erizan el horizonte hacia donde uno solamente creía ver montañas. O al revés, tras millones de años la montaña que contemplò arruguitas de casas ahora ve la competencia de las torres de Sanhattan.

No estoy en Chile, o casi. La coctelera entre la modernidad y el Santiago sereno que yo conocí arrojó este resultado en Las Condes. Antes: casas de piedra, iglesias, sumisión. Ahora: flujo de caja, americanismos, check-in on line eficiente en Lan (así, en verso). Debo romper el orden, debo hacerlo: salgo corriendo por Riesco hacia arriba, me meto en el Hyatt, saludo como viejo habitué y descanso un rato en el gym. Saludo y bajo hacia Las Condes. Aquí siempre estoy multiplicado por menos uno: ni siquiera hay gente corriendo.

Y cada tanto, la perplejidad que se desliza desde la copa de Carmenere hacia arriba: yo soy el trasandino. Ah, la cuestión de las relatividades. No, no estoy en Manhattan pero tampoco en Chile: estoy en Sanhattan.

Saturday, October 13, 2007

Fiesta

Vienen de distintos lugares y situaciones, se dejan caer en la noche norteña y húmeda a la orilla de un hipódromo. La lluvia deja su trazo en los vestidos, en el sendero barroso de la entrada y en el diálogo -ves, fijate cómo tengo el pelo con esta humedad, pero qué se puso esa gorda con este día- pero a pesar de los matices hay un nexo: hoy hay fiesta, se casa un amigo.

El ritual varía levemente desde otras veces: no hay cumbia villera, no hay música nacional, un animador crooner patizambo canta New York y se intenta un karaoke forzado. El vino merece algún milagro de Canaan, pero contribuye a hacer más picante la conversa entretejida entre los diez o doce de la mesa -por suerte todos conocidos o amigos, nada de melifluas frases políticas-.

La fiesta hace estragos y en la mesa nos sentimos levemente mejores que el resto, en un desempate por penales. Más cambios? Los mozos hacen entradas triunfales con músicas heroicas, los bailes se entretejen con el menú, los archivos de pocos megas hacen que las fotos de la entrada estén en el powerpoint de la salida. Todos felices, hermanados en el amor digital. Los chicos crecieron y se casaron.

Hoy añoro ocho horas de sueño. Me subo al globo Montgolfier de mi propia percepción, y anhelo la comprensión de un espiritu dickensiano que pudiera abarcar en su mirada a todas las fiestas del orbe desde su creación: Baco, Quetzalcoatl, Kali, San Juan, Kirchner. Podrá sentir este espíritu el palpitar de todas esas pulsiones, lo real en lucha con lo efímero, los viejos tramando vigencias de algún signo, la sexualidad en miradas oblicuas, los jóvenes despreocupados y borrachos, los homenajeados y los festivos a ultranza, todos corriendo a apurar esa forma inmemorial y urgente de vida que es la fiesta.

Thursday, October 04, 2007

De vuelta a Montevideo

Y cerca de Pocitos y del Buceo las esquinas descienden hacia el río con olores a leño ahumado, un aroma a pasado que aún flota indemne ante la nafta. Por Malvín los trolley ya no pasan, pero todavía se ven los chicos de primaria yendo ensardinados a sus escuelas laicas, en esos delantales tableados llamados túnicas, con severidad oriental.

En los vocablos hay sutiles diferencias: no es mandarina, es tanjerina, y no es batata sino boñato. Y aún quedan los incalificables botija y chiquilín. Los postres chajá yacen amontonados en los comercios como artículo infinito, una taxonomía de un único elemento charrúa, alfa y omega de un universo postreril. En la mesa sobrevuela la vieja pulseada entre Norteñas y Pilsen, el café es intenso y los azúcares son de diez gramos, enormes.

Se habla con frases suntuosas, engoladas: es común un "pasarla bien" como saludo final, o calificar todo de "imponente" o aseverar con un "seguro" con acento grande y augusto en la "u"; en sus gestos hacen malabares con mates adiestrados en origen, termos que conservan verticalidad de asombro, o porongos colgando de bracitos con la nimia esperanza de no caer del dueño. Ah, si el ADN ayuda, las próximas generaciones de orientales vendrán con tercer brazo cargador de termo.

Y sigue el balance, y es bueno: platos abundantes, colores chillones de publicidades sesentistas, troncos pintados en tricolor de viejas elecciones, avisos en la tele con eco hacia el pasado, la triste nostalgia del parque Rodó y del Centenario, más gente buena que mala, más mina sin tanto adorno, y sin embargo una estúpida tendencia a copiarnos en lo malo, y nunca sabré porqué.

Mañana, de vuelta a Montevideo.

Monday, October 01, 2007

Stephen King - "On Writing"

Stephen King representa una combinación extraña. Es un escritor que efectivo en lo suyo -vende- y con talento. Dicho rápidamente: sus novelas dan miedo. Y algo más: las versiones cinematográficas de sus libros han tenido buen suceso; que lo diga sino la imagen de Nicholson con el hacha y a su hijo con el triciclo. Anecdóticamente, King es también ecléctico en el sentido de ser un rock star de medio pelo, y haber salido (relativamente) ileso de drogas, alcohol y accidentes.

Yo me quedé en la primera mitad de su producción literaria: recuerdo pasajes de Carrie, La Danza de los Vampiros, La Zona Muerta, El Resplandor, Misery, It, Los Tommyknockers. Creo que no pasé de eso. No fui más allá: retrocedí espantado a la cantidad de tomos y páginas de sus últimas creaciones, a sus varios pseudónimos y al peligro de verlo repetirse.

De su libro "On Writing", y de la horrible traducción "Mientras escribo" rescato algunas ideas originales y sin mucha vuelta -muy en la línea de un tipo que sabe que el éxito le llegó con Carrie, viviendo en una casa rodante, escribiendo en sus ratos libres entre trabajos intrascendentes y mal pagos.
  • "La primera regla del vocabulario es escribir siempre la primera palabra que se te haya ocurrido".
  • "A menudo escribir bien significa prescindir del miedo y de la afectación".
  • "El truco es dejar que (el párrafo) siga su curso. Después, si no te gusta el resultado, lo arreglas y listo".
  • "Si quieres ser escritor, lo primero es hacer dos cosas: leer mucho y escribir mucho (...) No he visto ningún atajo".
  • "Leemos para conocer de primera mano lo mediocre y lo infumable".
  • "Cuando se escribe mejor, es cuando el escritor lo vive como un juego inspirado".

Wednesday, September 26, 2007

Febrero de 2010 - La Batalla de los Viejos (III)

En mi vaguedad de cuarenta y tantos yo no sabía realmente de qué lado estaba. Por un lado seguía sintiéndome joven, marathones mediante; por otro, me sabía un vitalicio en ciernes. Jugaba con la idea de la decadencia como si fuera decididamente ajena.

Contemplaba lo que ocurría en el club con una serenidad mediocre: me gustaba ver la soledad de la pista de atletismo mientras elongaba, escuchando los pajaritos y los trenes al pasar. Disfrutaba de la enorme contradicción de sentirme en el centro de Palermo, inmune al ruido y a la especulación inmobiliaria. Jugaba a pensar que de morirme, querría que se arrojaran mis cenizas a la pista de atletismo; era un idiota, soy un idiota, pero eso nos pasa a todos.

Y así estaba justamente el día en que todo ocurrió. Pensando en cuántos años ya de repetir el ritual de estirar las piernas sobre la baranda de la pista, de despintar los barrotes al estirar gemelos, de lo bien que me sentía tras correr diez kilómetros a un paso cansino. Los viejos y las viejas sólo pasaban por la pista como paso obligado a las canchas de tenis del fondo. Uno los veía dirigirse allí con sus ropas raídas, y allí fue cuando escuché que estaban llegando las Brigadas de Macri.
Continuará

Sunday, September 23, 2007

Febrero de 2010 - La batalla de los Viejos (II)

En efecto, había un grupo disidente de Viejas que en realidad regenteaba la sede Jorge Newbery con impunidad. Invadían el bar para jugar a las cartas y al Burako con manteles rojos; evitaban con cuidado cualquier consumición y despachaban con un gesto al incauto mozo que se acercara a ofrecerles un cafe.

En sus intentos deportivos vestían con singular ridiculez, llamando la atención con mallas chillonas y fuera de época. En la pileta bloqueaban los andariveles rápidos con nados en estilo pecho, en el gimnasio reservaban media hora antes su zona favorita. Sabían fraguar carnets de todo tipo, y reservaban camastros de a pares para tomar sol con minuciosidad, a pesar de las dermis laceradas por el cáncer.

Su conducta social era pareja: criticaban y bufaban al ocasional paseante, y a cualquiera que se atreviera a pasar cerca con niños. No hablaré de sus juanetes, de sus vicios al hablar y de sus frases repetidas; basta decir que estas viejas parcas eran la némesis perfecta de sus esposos.

Continuará

Friday, September 21, 2007

Febrero de 2010 - La batalla de las Viejos

El cartel anuncia con quietud: "No ocupar los camastros con pertenencias". Alrededor se escucha la chicarra avisando que es verano. Bajo el cartel medran los bolsos con raquetas y demás enseres de socios encima de las reposeras. Poco caso se hace de la consigna: los viejos están en la penumbra de la cancha de paleta, planeando un asado, o simplemente tirados a la sombra. Algunos están mirando en la televisión del bar la Batalla de Gualeguaychú, que parece en su apogeo. "Lo importantes es ocupar el camastro temprano" te dicen, torciendo con porteñez la sonrisas desdentadas y gastando cáncer de piel. Y se alejan con sus rengueras de adictos al deporte.
El club está virtualmente tomado por los viejos. En el 2008 se votó en contra una resolución para que los socios vitalicios pagaran; a partir de entonces, los jóvenes decidieron irse -algunos, literalmente a la guerra- y otros simplemente abandonaron el Club y recurrieron a la Justicia. Dos años de litigio contra los Amigos del Lago y se dice que hoy, 10 de Febrero, vendrán las Fuerzas de Macri a tomar el club para edificar la Torre Newbery donde hoy está la pista de Atletismo.

Los viejos hacen poco caso: juegan de a seis en la cancha de tenis, lavan su ropa en el piso de la ducha, se pasean en cueros y van a la pileta con en sungas rojas y caídas. Ya ni tienen que pelear por las parrillas; el club es de ellos, hasta la muerte, y lo saben. O casi: intuyen que, en realidad, el club es de las viejas.
Continuará

Tuesday, September 18, 2007

Requiem para Gino


De la lista de placeres capitales, el más sencillo de abordar abiertamente en un blog es el de comer. No es una cuestión menor en una ciudad con inflación creciente y con un turismo que tira para arriba los precios: es inmediato que un buen almuerzo que en 2002 no bajaba de 15$ ahora está cerca de 40$ -a menudo por cuestiones barrocas ajenas al gusto del comensal-. Debería haber una guía acerca del buen comer, que vaya más allá de los intentos de la Guía Óleo.

No hice aún el duelo por la desaparición de Gino -Diagonal Sur casi Alsina- con sus platos caseros y la atención de Georgina, con el silencio tempranero, el monitor bajito en ESPN y ejemplares de La Nación siempre disponibles. Cierro los ojos y recuerdo que al menos dos veces por semana, hacia 2004 ó 2005, me obsequiaba a mí mismo con el ritual de un almuerzo temprano y silencioso, en un Gino casi desierto. Depende del día, puede que fueran zapallitos rellenos o parmeggiana de berenjenas. Ante la duda o acabado el menú del día, tenían los mejores tallarines caseros con simple aceite de oliva. Hasta el café era bueno.

Quedan las anécdotas. Una vez un director me sorprendió en ese ritual y me increpó por mi soledad. "Siempre cagándote de risa, vos" fue su frase. No le era dado entender que el precio de una "necesaria empatía de empresa" eran los almuerzos ruidosos, plurales, difícilmente digeribles. En otra oportunidad, cuando los piqueteros atacaron la Legislatura, Gino se convirtió en la central de operaciones de una larga mesa con una veintena de Gordos Uniformados. Gino estaba virtualmente tomado por un Séquito de Gorgories: me dejaron pasar y comí en soledad, lejos del grupo, mientras miraba en el monitor la violencia a pocos metros. La planta del local estaba sitiada entre la oblicuidad de Diagonal Sur y los fondos del Hotel Nogaró; el piso ajedrezado continuaba hasta un fondo desdeñable donde medraban los que llegaban tarde. Una tarde de 2006 un letrero me paró de bruces en la puerta: Gino había cerrado, y el diariero de la puerta no supo explicarme qué pasaba. Dicen que Georgina está trabajando en un hotel.

Vuelvo al hoy. Si tuviera que elegir, queda poco. Alguna picada en el Bar de Cao, en Independencia y Matheu. Celia retoma allí el papel de la moza protectora en la saga universal. Tal vez el Vivaldi de Echeverría y Conde a la hora de un desayuno de trabajo puede servir. Qué debería haber: comida simple, silencio, un diario a mano, platos en precio. Es mucho pedir?

En fin: menos plato ostentoso, menos artificio de empanaditas previas no requeridas, menos ostentación en la lucha de clases entre cretinos y mozos. Y por supuesto, menos gente que te diga lo que está bien y lo que está mal.

Si conocen algún lugar así, por favor avísenme.
In memoriam Gino

Thursday, September 13, 2007

Wednesday, September 12, 2007

Tuesday, September 11, 2007

Un Nobel para Borges

Tomó lo último que quedaba del café, en la soledad de la sala de redacción; los ecos del camión de la basura y las aspas del ventilador eran los únicos sonidos que lo acompañaban en la madrugada. Todavía no tenía la contratapa de la sección Deportes y estaba harto de su trabajo. Lo único seguro era que la nota debía ser de rugby.

Pensó en el wing del partido de hoy, en los tackles oportunos contra el grandote francés del otro día -ese que parecía un náufrago-, y en los tries salvadores de hoy contra Georgia. No había siquiera la posibilidad de hacer chistes con las islas Georgias. Pero el wing se llama Borges, se dijo. El camión de la basura pasó dejando el hedor a su paso. No fue inspiración sino hartazgo; y comenzó a escribir.

"Lucas Borges, descendiente directo del escritor Jorge Luis Borges, reivindica la argentinidad más pura al combinar talento, decisión y un vigor ingobernable ante el ingoal" escribió, sin miramientos.
El daño ya estaba hecho; pero siempre lo podría atribuir a un error en sus fuentes.

Monday, September 10, 2007

Leyendo por arriba

> De: HTQ
> Enviado el: Lunes 9 de Noviembre de 1998 16:35
> Para: DOM; LIT; SAD
> Asunto: Innovaciones Tecnologicas
> Confidencialidad: Privado
>
> Hoy en la reunion de pendientes la gerenta nos hizo reflexionar de lo poco
> que estamos involucrados en lo que respecta a innovaciones tecnologicas.
> Al respecto periodicamente recibimos informes de la gerencia de Tecnología
> que yo le reenvio a L.
> Les pido que hagan el esfuerzo de leerlos aunque mas no sea por arriba y
> en el caso de detectar algo que consideren de interes, lo compartamos
> entre todos.
> Es muy importante que no nos quedemos solo en el día a día.
>
> Bye
>
> HTQ

Saturday, September 08, 2007

Exacerbación del yo profesional en la web

El proceso (de izquierda a derecha) es sutil, origina otredades e inhibiciones.
Depende de quiénes seamos, de nuestra edad, y de cuánto queramos mostrar, los "puentes" entre online y offline son cada vez más pequeños.
Más datos en Snark. Este post es un "puente" entre ambos mundos, por ejemplo.

Friday, September 07, 2007

Los mails, el Jumanji, y la demolición

Exhumacion del Laboral.Doc (esto pasó hace unos diez años)

[Escritorio de SD, 9:25, hora del Jefe]
Jefe: -Tenés que decirle esto a Rossi: está mal la medición. Ninguna tributaria puede colgar de un CTZ. Sí, así, apretá enter. Sabés manejar el mail? Yo definí un grupo PP para todos Uds.
S: -A ver... lo abro... ningún mail abierto, ningún mail recibido...
Jefe: -Je. No te pongas mal pero yo tengo que abrir tres. Es una cuestión de importancia, je. Ayer me fui a las siete pero la gerenta me los mandó después.
[Yendo a lavar la taza conmigo, 9:30]
Jefe: -Mirá: ahí hay lavandina y detergente. Porqué usas detergente ?
Yo: -No, por las quemaduras del año pasado, miro con un poco de respeto a la lavandina. Uso detergente y listo.
Jefe: Pero no querés...
Yo: No. (Apuro el paso)
Jefe: -No, porque yo... el juego de té de casa se mancha mucho. Entonces agarro lavandina y... Dani, esperame.
[9:35, abriendo el café]
Jefe: -Claro: se acaban los víveres. Desde que S y L están pero no aportan... je, estos chicos.
[9:37, mirando el monitor de Seba]
S: -Al final, este asunto de los CTZ...
Jefe: -Es admisible; vos no tenés por qué saberlo... hasta hoy. Desde mañana... je, je... te exigiremos más. Sos un junior y estás aprendiendo. Pero mandá esa nota. Y decile a aquél que no cometa más ese error. Cordialidad.... cordialidad... si, pero firmeza. Eso es: cordialidad pero firmeza. Me gustó. Dani, no tenían que venir más temprano todos Uds. ?
Yo: -...
S: -Qué es eso ? (Gesto de casi repugnancia, señalando el monitor del Jefe)
Jefe: -Mi nuevo protector de pantalla de Jumanji. Te gusta ? Yo no vi la película. Pero lo vi en el CD... está lindo, no? Te gusta ? Querés usarlo?
S: -Hem...
Entra L, con unas cuantas bolsas. Trató de disimular su aparición; no le fue posible.
Jefe: -Buen día, cómo te va... cuántas bolsas. Ayer recordábamos con Daniel cuando revoloteabas, y no lo haces más. Está muy mal. No debieras haber cambiado. Otra cosa, te dije que tenías que venir temprano? Miren, ahí vienen los nuevos pasantes que vienen a observar las distintas jefaturas. Uno de ellos está bronceado.
El Jefe da media vuelta y abre un nuevo frente de ataque.
Jefe: -Buen día! Por acá, por acá. -Sonríe- Eh, pibe, acá no se viene a tomar sol, je, je.
Hacia las 9:50 los cadáveres de la jefatura yacen diseminados en el quinto piso.

Thursday, September 06, 2007

Martin Amis

"Beauty is in the eyes of the beholder. Which is fun for the beholder; but what about the owner, the tenant?
Nicola wondered whether she'd ever had a minute's pleasure from it. Even at sixteen, when you're excitedly realizing noticing what you've got (and imagining it will last for ever), you're still noticing what you haven't got, and will never get.
Beauty's hand is ever at its lips, bidding adiew. Yes, but bidding adieu in the mirror. "

Martin Amis, "London Fields" (1989)

Tuesday, September 04, 2007

Childhood´s End (II) - Fantasmas

Ganado al living en virtud de alguna negociación familiar estaba mi cuarto. La cama siempre estuvo a la izquierda -la cabecera contra la calefacción central- y el escritorio contra la ventana sujetando el sol del oeste que caía a pico, filtrándose en hondas franjas horizontales según el rigor que estableciera la persiana. Recuerdo otros años con el escritorio contra la pared de la derecha, según el humor y la ingenua reivindicación adolescente hecha de posters y banderines.

De muy chico recuerdo una mampara enorme que dividía el ambiente; años después -detonar cambios siempre nos llevó tiempo- caímos en la cuenta de que el living estaba a oscuras. Hay cataclismos que signan una familia; así fue cuando la mampara fue abatida y convertida en entrepiso del cuartito de la plancha -no puedo ponerlo con comillas, sería faltarle el respeto-. A partir de entonces sólo quedó una biblioteca y un aparador como división entre mi cuarto y el living, y el lugar de paso quedó a la derecha. En el living propiamente dicho quedaban cuatro sillones igualmente incómodos, muebles de escaso relieve y un último y desvencijado sillón enorme cuya locación variaba según su inutilidad, donde el gato dormía su siesta y hacía nido de pulgas. La mecedora inglesa estaba cerca de la entrada, lejos de mi territorio.
Había fantasmas de distinto tenor que competían por ser notados. Cerca de la entrada estaba el cuadro de una desconocida y disgustada abuela Victoria, y a su lado, un reloj de Escasany de campanadas tétricas. De noche ocurrían dos fenómenos: de los hierros de la calefacción surgía un cric-cric con el vaho del calor, mezcla de potestades de Lovecraft con alguna entidad en avernos de subsuelos -fui al sótano una vez; no me repongo. El otro efecto sugestivo eran los rombos extraviados que surcaban el techo. Años de terror después alguien me informó del rebote de la luz en los techos de los autos. Yo sé que no. Las leyes de reflexión no sirven para explicar la forma en las figuras evadían los rincones del techo del living, oscilaban y fugaban hacia la puerta.
Me pregunto qué pensará de todo esto la nueva propietaria.

Sunday, September 02, 2007

Childhood´s end

Bernardo de Irigoyen al 1500, donde San Telmo desbarranca en Constitución. El mármol de la entrada atempera el calor de los veranos, donde el sol cae a pleno desde el oeste -sólo con algún árbol de contención improbable- taladrando el acero de la puerta de entrada, hoy verde, hoy enrejada. Me digo, "aquí viví mucho tiempo", y parece que fuera otro quien lo dice. El barrio es una metáfora de la Argentina: hace cincuenta años era zona de lujo. Mi padre iba con los abuelos a comer al restaurant de la estación. Luego, ya se sabe: desidia, inquilinatos, autopistas, comercios que ya no venden, zona de paso. El triunfo de la fealdad. El departamento se vendió por nada; la verdad es que hoy no puede uno caminar por esa cuadra en la noche.

Y si pudiera detener la cinta y sacar una foto de la década, contemplaría una marea de sobrevivientes que se mudan al norte de la ciudad. Se agolpan en conejeras seguras, alquilan mal e hipotecan futuros. Estalla Palermo para darles albergue, se destruyen casas para acercar progres al cielo. Todo por huir del Sur, todo porque los sucesivos gobiernos permiten el triunfo del mal gusto, la violencia, el clientelismo. Y los que se salven, que se vayan a sus cotos cerrados al Norte.

Hoy el mármol y algunos viejos permanecen en ese edificio. Van en procesión lenta al supermercado de Brasil y Perú, y rezan para que no los asalten al salir.

Thursday, August 30, 2007

Tuesday, August 28, 2007

Pikachu Attack III - un diálogo en El Ateneo-

Para los newcomers, el Pikachu Attack significa el robo a mi auto -de apodo Pikachu-.
Allí perdí un libro que todavía estoy buscando.

Librería El Ateneo, calle Florida, espléndida tarde de sol.
-Buenas tardes
-Buenas tardes
-Digame, se puede buscar un libro en el sistema...
-Cómo no. Decime el nombre.
El vendedor es de mediana edad, anteojos que le penden de una cinta, buena predisposición. Teclea con aire de entendido.
-"La Ciudadela del Autarca" (lo digo así, con comillas) de...
-Sí, es de Gene Wolfe.
-Lo conocés? (incredulidad)
-sí (busca...)... no, hace rato que no llega nada. Lo compraste hace un tiempo?
-Sí, era de Minotauro, hace diez años. Lo perdí y quiero terminar de leerlo.
-Hmmmm.... Fuiste a Corrientes o a Pza Italia?
-Fui. Ni lo conocen. No hay nada. Todo es Asimov o Tolkien. Vos por lo menos lo tenés en la base de datos.
-Sí, pero esto está muerto. Cuando el Grupo Planeta compró Minotauro se vendió todo en mesa de saldos a seis pesos.
(Silencio de destrucción. Los turistas revolean como un ramillete disperso alrededor).
-Voló todo?
-Voló todo.
-Y entonces qué hago? Cómo lo encuentro?
-... te lo debo.
Telón rápido. Salí aplastando turistas hacia el subte B.

Conque, amigos hispanos, ya sabéis. Que este libro sólo se encuentra en España, joder.

Monday, August 27, 2007

Los corredores y la Long Tail (II)


Estos son los resultados. Unos 3 mil corredores de marathones en Argentina, agrupados "de a diez minutos", mostrando la singularidad de dos economías:
- A la izquierda, la rareza de los que van muy rápido.
- A la derecha, otra rareza: los que logran llegar, aunque van muy despacio.
El último resultado está sesgado porque no todas las marathones registran las llegadas luego de las 5 horas.

Nota Posterior: depende de lo quiera mostrar, tengo una Long Tail !
Con estos cambios:
- Graficando velocidad de los corredores en vez de tiempo de llegada
- Considerando que -luego de las 4 hs- hay llegadas no registradas o abandonos (10% casos)
- Considerando la gente que camina distancias larguísimas en tiempos enormes.ç

Gracias a la gente de El Km por la data

Friday, August 24, 2007

Los corredores y la Long Tail

De nuevo, no sé si esto debería ir en Snark o aquí. Veremos...
Hablando con un corredor amigo sobre una futura charla divulgativa sobre marathones, training, aplicación de relojes GPS, y locuras via Excel, pensé que hay una "Long Tail"-ese efecto tan conocido de Chris Anderson-, una distribución de corredores, que podría ser un gran ejemplo para este curso. Veamos los números:
  • Solo un 40% de los argentinos realiza alguna actividad física.
  • De ellos el 8% corre.
  • Sólo un 25% de corredores participa en competencias.
  • De ellos, sólo un 5% llega a correr un marathon de 42km.
  • Según datos de US, de los que llegan, sólo un 25% lo hace abajo de 4 horas, un 8% llega abajo de 3 horas y media, y sólo un 2% llega abajo de 3 horas.
  • En Argentina llegar en 3h y media significa que sos sólo uno en 1280 personas: un privilegiado. La elite es de sólo 300 personas... es gente muy especial.
El concepto de "long tail" está clarito aquí: la gente mira la punta, pero el negocio y la fiesta viene de todo lo que está afuera de la elite.

Wednesday, August 22, 2007

Pikachu Attack II

Pasé por unas diez librerías y ni noticias de Gene Wolfe. Los libreros enarcaron las cejas y continuaron remarcando los precios. No es algo que impacte en la canasta básica.

Todo esto demuestra que no hay solidaridad en la comunidad blogueril, que el rating de este blog es algo inferior a lo que acontece con Wanda Nara en YouTube, y que a Wolfe lo lee su sólo su mamá y a veces la tía. De paso, me hago cargo que el género sci-fi ocupa algo así como la esquinita de la mesa del fondo, y es 50% Asimov.

Así estamos, aún presas de la violencia, de la tinellización de la sociedad, de Aníbal Fernández y del Pikachu Attack. Y sigo sin poder terminar "La Ciudadela del Autarca".

Sunday, August 19, 2007

Pikachu Attack

No es que me no me moleste que hayan forzado y roto la cerradura el auto -Twingo amarillo, llamado Pikachu- frente al Cenard. Ni que sea invulnerable a la sensación de inseguridad. Ni que se hayan llevado un kit completo de correr, y ni hablar del estéreo del auto.

Lo que de veras me molesta es que se llevaron el libro "La Ciudadela del Autarca", de Gene Wolfe, cuando estaba saboreando los últimos tres capítulos. Es algo difícil de conseguir... y era la culminación de una saga de cuatro libros que cada vez me estaba gustando más.

No es un unicornio azul, pero cualquier información, sabré recompensar.

Monday, August 13, 2007

Tres otredades dispersas

Un sujeto A va a un telo. Al ir a buscar el auto al garage, se topa con el de su amigo B, compañero de años. Urdiendo una especie de joda, le quita dos tazas al auto, y se marcha del albergue. Camino de la cancha al domingo siguiente, pasa por la casa de B y en el umbral de la puerta le anuncia que tiene lo que se le perdió hace unos días; insiste, le pregunta por lo bajo con qué mina habia ido al telo. B no hace comentarios. Entra a la pieza y con tranquilidad le comenta a su mujer que su amigo A había encontrado lo que a ella le habían robado en el supermercado.
A jamás volvió a saber de B o de su esposa.

El tipo en el subte le habla a su compañero. Le contesta éeeh, o cómooo; en realidad lo escucha, pero esgrime una sordera mal fingida para restarle importancia; cuando toma la palabra refulge, es mucho más él -todo el subte es él- y sus historia de secretarias y directores. También el ignoto entorno le sirve de público. Cuando su compañero se despide y baja del subte, su escenario se disuelve, y su rostro pierde brillantez. No lo escuchan, y baja la cabeza.

Un cuarentón post hippie camina por Bartolomé Mitre y está por cruzar. El tipo es raro, algo panzón, con detalles que desentonan: lleva el pelo largo, cano y raleado en la coronilla, atado con una cinta. De pronto, al comenzar a cruzar la calle, se le caen los puchos. Durante seis o siete segundos se agacha, levanta el paquete y dos o tres cigarrillos que se le habían escapado; recién ahí gira la cabeza hacia la izquierda -aún agachado, como descubriendo el vago peligro- pero advierte que aún puede levantarse con lentitud y proseguir el cruce, esquivando autos. Es una lucha de potenciales químicos en el cerebro: la conservación del vicio, y luego el instinto de la autoprotección. Mira con desprecio a los automovilistas que le tocan bocina, y llega exitoso a la otra acera.

Monday, August 06, 2007

Rewind: mis propias otredades

Lista de recuerdos tipo Paul Auster: Tandil en un camping de la primaria, con la mezcla de dos divisiones antagónicas en el dormitorio. El juego de crocket y las excursiones insípidas y minerales. Esto es la bisagra, la divisoria entre el niño y el adolescente.
Por entonces, el cumplimiento de leves ritos idiotas, como el de quedarme inmóvil ante ciertas campanadas casi mortuorias. La fascinación del Rasti: construyo, luego existo. Un día que jugué bien al fútbol en cuarto grado. Recuerdos deportivos, clavados como mariposas en bases de datos: la entomología del memorioso deportivo requiere de un balón. Es fábula, pero recuerdo un Alemania-Suecia del Mundial 74 y un cumpleaños en Barracas ese día. El hermano mayor del cumpleañero tenía Topper negras e ínfulas de beatle, hoy es concejal radical, o padece alguna extinción semejante. Sturla ya se había muerto, Lanatta era el que mejor jugaba al fútbol, y Sarciat iba a ser el único sobreviviente en términos de amistad de aquel grupo. Sólo que entonces no sabía nada de esto, no sabía que esto era importante, ni sabía que algo jamás iba a serlo. No sé si era feliz: creo que los chicos lo son, en tanto jamás se lo preguntan.

Obviemos muerte paterna, lo esencial no es para los blogs. El azar determinó un colegio técnico. Un viaje solo en Aliscafo a los trece años, sueños de independencia oriental munidos de permiso de menor. Un helado en Montevideo a la salida del Parque Rodó. Pero, hay datos de Primaria que aguardan: correr delante de la fila a limpiar el pizarrón y airear el aula. Izar la bandera, o buscar candidatos a ello, un cipayo en ciernes de pronta rebeldía. En cuarto grado, haber recibido la medalla de Mejor Compañero, y las miradas un segundo antes. Parecido a las miradas cuando me fui de Big T treinta años después. La idea de haber sido muy pacato, de niño. La idea de no saber salir de uno mismo, de grande.

Otro absurdo, más adelante: el voley en el recreo del Pío sobre los travesaños. El cuerpo sintiéndose capaz de ser más que otros cuerpos. Lo mismo quedaría para las marathones, el estudio o el dinero, años más tarde. Un necesario campamento en Gesell arroja este inventario: ocho carpas sobre el bosque arenoso, los viejos grabadores con temas de Serú, la prohibición de volver tarde. Importante: nuestro equipo de fútbol ganó, impensadamente. Alguien rechazó mi regalo de cumpleaños -un paquete de pastillas-y tuve la noción equivocada de que años más tarde me sentiría orgulloso de ese rechazo. Sigo evadiendo las obviedades de Teatro, Bariloche, y el inicio de la Facultad. Más acá, en NCR, la imagen de la pelotita de ping pong naranja rebotando ante las miradas de los gerentes. Cataclismo iniciático: llamada de La Plata, la ventanilla de un cajero automático que dice hola y adios, sube y baja, las páginas del manual que desfilan a medianoche y descubro que el DIY (hágalo Ud mismo) no es lo mío, volumen XIX. Pero: un leve fluir de camaradería entre los técnicos. La primer idea errónea sobre la Autoridad: los de abajo contra el de arriba, tan simple como eso.

Luego, en esa bisagra de comienzos de la Facultad, olvidé todo y la Ciencia fue lo importante -aunque era sólo otro posible driver. Allí tambíen me olvidé y me nublé, otra forma de seguir adelante. La manía por entonces era correr los colectivos cuando se estaban yendo, e increpar al chofer. Otro desafío a la autoridad? Los CEOs debieran haber manejado bondis?

Luego hubo otro mantra, el del Negocio. Pero todo era lo mismo, siempre me explicaban y desatendí, aburrido. Luego -y al decir luego, puede significar décadas- la seriedad familiar y laboral, que al igual que las tragedias familiares escapan a los fines de este blog. Life starts to make sense, NOW, me digo. No hay ensayos. Y lo que me molesta, lo que de veras no tolero: el 130, que juro fue rojo y que casi siempre vi azul tipo 152, juro que hoy pasó y lo vi verde amarillento, del color del paso del tiempo.

Wednesday, August 01, 2007

Un sueño

Estoy en un gran bar en forma de "U" donde va llegando por la mañana gente del barrio privado "Vivir Mejor". La luz matinal penetra por un vitraux que ilumina los rostros, dotándolos de cierta bondad. No hay mesas, los residentes llegan, toman algo de carritos que aparecen caóticamente, y se sientan alrededor de la U, estudian -hay muchos jóvenes- o leen el diario mientras saborean sus yogures. No hay mozos.

La rutina se altera con la llegada de los carritos a la "U". La manada entusiasta se zambulle especialmente sobre el carrito de lácteos. La chica de al lado me pregunta si me gusta "Vivir Mejor" y si hace tiempo que estoy aquí. Yo me excuso, busco algún café con cierta ansiedad, y mi anhelo parece concretarse en un carrito distinto que llega. Pero suena una voz metálica anunciando que "el café está vencido". Le pregunto a la chica si acá los objetos ya trabajan con RFID, pero ella se encoge de hombros.

Cuando estoy considerando cambiar mi plan hacia yogur con cereales, de repente la multitud parece cobrar vida y arroja sus tetra brik de 1 litro de yogur a un cesto común que engulle el contenido. La barra se levanta y en su lugar aparece una escalera que desciende ominosamente hacia las sombras. Todos bajan al unísono, yo me quedo pensando.

Saturday, July 28, 2007

Gene Wolfe

"A la luz del relámpago vi la cara muerta de la camarera que nos había servido (...) en el café de Nessus. Toda su belleza había sido borrada. En el recuento final sólo hay amor, sólo esa divinidad. Nuestro pecado imperdonable es siempre el mismo: sólo somos capaces de ser lo que somos."

Gene Wolfe, "La Garra del Conciliador" (1981)

Thursday, July 26, 2007

HP VII en español

Se cumplió la predicción: a días de la publicación del libro VII en inglés, ya se encuentra un blog donde, capítulo por capítulo, aparece la versión española, cuyo título es -como había creído- "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte".

La avidez justifica el apuro. Yo me reservaré para la versión en papel y en inglés. Pero esto es otro costado más de los fenómenos colaborativos (el P2P, el compartir ancho de banda vía FON, los hubs entre aeropuertos secundarios, etc). Es otra faceta de la Web 2.0-

Saturday, July 21, 2007

Harry Potter y las Traducciones Mortales

Bien podría ser ése el título del último libro de la saga HP. Ya se sabe desde ayer cómo termina todo, pero el último misterio real será cómo la van a chingar los cabrones con la traducción.

Por más que Scholastic-Salamandra et al traten de diferenciar entre el español-boricua-chicano-argento, ya hemos visto desde el libro III para aquí (noctángulo? mortífago?) vanos intentos por ser fiel a la obra y ser cool a la vez. En ese mismo pasado pero desde un plano más personal he contado cómo el inefable Lenny Muttone propició traducciones reales y falsas ("Enrique Pótero y el Globeto Ígneo). Dan ganas de volver a hacerlo si no fuera porque ya (a 1 ó 2 días) se puede buscar en cualquier eMule o similar los libros, no sólo en inglés, sino también en Español.

La pregunta es: cuál será, el título en español del último libro? Pensemos que Hallows no es un término usado ni por el 10% de los brits-. Arriesgo algunas opciones en torno a algunas discusiones que ví por ahí:

HP y las Reliquias Mortales
HP y las Almas Mortales
HP y los Benditos Moribundos
HP y los Santos de la Muerte
HP y los Espíritus de la Muerte
HP y las Almas Malditas

En este blog el autor se juega por sus opiniones y condena a los tibios -a los que desvían recursos del estado, a los ositos programadores hermafroditas, a los que encuentran ladrillos termosellados en sus oficinas, a los que opinan que los libros se escriben solos-.

Creo, finalmente, que va a ganar "Harry Potter y las reliquias mortales" y la clave serán los Horcruxes.

Thursday, July 12, 2007

Procastination Tips

Qué es procastinar?
Es demorarse, postergar, diferir, dejar para después.
Debo admitir que soy un especialista en la materia. Lo incluiré como skill adicional en mi CV.
Atención, termino haciendo las cosas a tiempo, pero antes doy un par de saltos de derviche cósmico interesantes. En general es para asegurar haber entendido un porcentaje interesante de la cosa antes de arrancar, o al menos ésa es mi justificación.

Estoy pensando en trabajo. Estoy pensando en trabajo? No, no necesariamente. Una seducción es una procastinación ad infinitum que roza la histeria, que es la histeria en sí misma. Ocurre que en materia de trabajos los ejemplos son más evidentes.

Van como oferta a la Humanidad misma estos Procastination Tips:
  • Embarcarse en un audaz raid de formatos durante el 50% inicial de un informe. Que no te importe tanto el Qué como el Cómo.
  • La condición anterior, exacerbada: a 15 minutos de producirse un Conference Call donde el ppt debe estar más que masticado, uno se detiene en planteos del tipo "te parece bien Tahoma 12, turquesa?".
  • Sobre este mismo informe, demorar un chequeo inicial con tu EJS (Ente Jerárquico Superior). La mirada durante el Conference Call puede ser mortal, y las aclaraciones, un must: "Hem, no, no es que pensamos que vamos a resignar EBITDA".
  • Demorar una Llamada Arriba. Permitirte que esto -que es decisivo- te aparte de la concreción de un objetivo. Conformarte con hablar con el Jefe de Reciclado de Papel cuando hubieras debido llamar al CEO, y terminnar comprando papel. Caro.
  • Diferir una conversación que conduce invariablemente a una ruptura. Tanto para arriba como para abajo. En bien de qué, de mantener el status quo?
  • Excederse en la jerga como síntoma de incomunicación total ("me pasás el PxQ?"). Hay que entender que la incomunicación es otra demora en los formatos, y una forma de rehusar la pregunta del millón: "no te entiendo".
Bueno, ya pensaré en más. Un post sobre procastinación jamás puede ser exhaustivo, hay que dejar algo para después, no?

Monday, July 09, 2007

Gene Wolfe

A veces vuelvo a un viejo libro -a menudo de caminos agotados, como el de la sci-fi- y releo lo que me gustó en ellos hace años, tratando de encontrar el encanto perdido.

En esta cultura de espectadores dondo hablamos y procastinamos, donde esencialmente sólo gestionamos permisos y anuencias, leer es también una dilación; es demorarse en la antesala de uno mismo, hundirse en cavilaciones para protegerse de demonios internos que nunca llegaremos a exorcizar del todo.

Se siguen demorando, entonces, en los anaqueles aquellos libros regalados hace poco. En medio de las tardes de invierno -en medio de los feriados, e incluso de la nieve hoy (!?)- vuelvo a un viejo librito verde de Gene Wolfe, donde se acuña la noción del fin de la infancia. Algo que caseramente se define como el momento en que los nudillos empiezan a ser visibles...
"I stopped for a time to look at the books, sharing a little, forgotten garden of winter sunshine with a dry fountain. Before I had so much as opened any of the other volumes, I felt that pressure of time that is perhaps the surest indicator we have left childhood behind."

Gene Wolfe, "The shadow of Torturer" (1981)
Escrito mientras nevaba en Buenos Aires

Tuesday, June 26, 2007

Ossip Mandelstam

"I was only in a childish way
connected to the established order;
I was terrified by oysters
and glanced distrustfully at guardsmen.

And not a grain of my soul owes anything
to that world of power
however much I was tortured
trying to be someone else."

Muy conveniente en una primer lectura. Casi autoreferencial.

Por leer cosas como estas delante de una audiencia supuestamente cordial, Mandelstam fue llevado a un campo de concentración y muerto años después.

Setenta años después, es como si alguien le llevara tu blog -esterilizado con un nickname- a tu patrón y eso te creara problemas con la patronal. No, eso no ocurre, menos en un contexto web2.0.

Friday, June 22, 2007

(In)Conducta en el Messenger

Intro: hay cosas que no sé dónde van posteadas, si aquí mismo -ya que es una Otredad- o en Snark Consulting. La razón última está en que van apareciendo cosas a mitad de camino entre lo que me ocurre -en tanto soy un Cro Magnon que se quiere comunicar- y lo que me pasa mientras edifico, revoco, imagino o destruyo Snark, que está íntimamente ligado a la comunicación.

Puede ser otra de mis Cruzadas Absurdas, pero no existe un ritual adecuado para una conversación en Messenger. Igual que en la etiqueta formal del offline -distinta para cada cultura-, igual que en la Netiquette -todavía hay gente que tipea sus emails en mayúsculas, a veinte años de cultura de mails- deberia haber algo para las nuevas formas del chat.

Apariencia: no poner tanto ego en la foto o leyendas. No sé por qué esos rituales de mayúsculas y minúsculas. Lo que uno es no cabe en un 80x80 del monitor.

Para empezar, algo como Hola! hey! estás ahí? pues el otro puede haberse levantado un momento. No tiene sentido mandarse con un tipeo posterior si no hay un feedback.

Interruptus: si lo hay, evidenciarlos. Los angloparlantes usan "wait" o "brb" (be right back), en nuestro caso sería "esperá" sin mayor explicación. Tampoco hay necesidad de cortar violentamente una conversación. Si hay confianza, sabrán esperar; si no la hay, no tiene mayor sentido usar el Messenger.

Aglomeración de caracteres: corazón y frases cortas. No tiene sentido ningún discurso, como tampoco la escritura arrepentida de tipear y borrar, tipear y borrar. Ante eso sólo vale enviar un "?" o un "...". En mi caso particular, odio los smileys y demás, a lo sumo me hace gracia los temblores ("nudge").

Presto finale: ambas partes se dan cuenta del momento en que el core del mensaje ha sido enviado. El Messenger no es para contar la vida misma, luego de unos minutos irá decayendo. Pero tampoco es muy polite hacer muy evidente el aburrimiento. "-Sorry, me tengo que ir, chau" o "-Me estoy yendo", o similares ponen un necesario fin, evitando cuelgues ad infinitum. "La seguimos después" vale pero es una mentira piadosa.
Guardar una comunicación en Messenger está mal. Es una acto efímero, instantáneo, que no debe acarrer consecuencias posteriores pues puede estar plagado de impulsos y errores (análogo al drink&send de los mòviles).

Finalmente, acerca del status, la pelota la tiene el que recibe el mensaje. Que yo esté conectado no implica que conteste siempre, que esté "away" tampoco significa que no conteste. El que llama debe sentirse algo intruso, el que recibe debe ser dueño del tiempo. "Busy" es definitivamente prohibido chatear. El status, "appear offline" es confuso, porque en el límite estaremos todos atisbando quién está online y quién no... y no habrá comunicación.

Tuesday, June 19, 2007

Bardez "de profundis"

La chica del mostrador dice "dale" asintiendo.
Las cosas no son buenas, están buenas.
Bottom line, duran dos minutos.
No es "Soda Stereo", es Soda.
Acortamos todo lo que nos lleva cierto trabajo definir.

En los blogs es igual:
Están los que escriben con "k" como si escribir de otro modo fuera reaccionario.
Están también los que -arguyendo teclados o celulares- limitan acentos.
Lo que es más raro, la gente llama a los paramédicos cuando en el MSG tipeo los acentos.

El subjuntivo queda abolido: "si Maradona jugaría" dijo el Diego, y no hay ya periodista que pueda intuir que el jugador jugara o jugase.
Guardo un ejemplo de pretério anterior en un anaquel, para quien guste. "Yo hube guardado".

Mi sensación es que se exagera el estado de bardez para fingir proximidad, para que se vea que somos del palo. Es finalmente una bardez "de profundis", una impostación actoral, una ejecución maestra de un instrumento imperfecto.

Mi próxima cruzada absurda será "saquen una hoja" y tomar dictado al grupete de programadores primma donna, a ver si dejan de quejarse del mundo.

Friday, June 15, 2007

Sandwich laboral

J trabaja para D, que trabaja para A.
J se mueve entre dos aguas: sabe, pero no lo demuestra.
Increíblemente se mantiene en su trabajo, aunque podría conseguir algo mejor afuera.
Le falta algo: orgullo, compromiso, cojones, alma.
Pero es buen pibe, aclara la gente.
Pero todos sabemos que el camino del infierno está sembrado de buenos pibes.
Sobre A hay opiniones diversas. Cuando termine la deriva histórica daremos -con magnanimidad, con aquiescencia, con palabras difíciles- nuestro veredicto.
Digamos rápidamente que se genera un conflicto laboral. Dobles avisos tardíos de A y J, un evento auspiciado por un amigo de A, a la sazón amigo mío.
Amigo? Un amigo menos en el camino.
Ladran, Sancho. Pero no avisan.
........................................................
Por suerte, todo terminó.
La historia completa figurará en algún libro que les haga justicia, pero sólo en un capítulo menor.
Los libros -decía A- se escriben solos. Otra mentira.
En el medio, que se encarguen los auditores de la Sigen.

Monday, June 04, 2007

Tattoos, piercings y la cosa medieval.

Hay un par de asuntos que demuestran el paso del tiempo. Uno es que te sientas el papi de los que trabajan cerca tuyo; el otro es que probablemente seas el único que no usa tatuaje de ningún tipo.

Hoy estábamos con la chiqui Agustina en la cocina del trabajo, ambos preparando un café, y noté su nueva piedrita en la nariz. Le pregunté, sintiéndome un poco paternal, e imaginando la reacción de su pobre padre. Me contó los detalles escabrosos -lindo adjetivo- sobre agujeritos precedentes que se cierran, un nueva virginidad nasal, y demás etcéteras. En fin, en mi percepción todo esto nos deja a pasos de la autoflagelación, el canibalismo y los reality-shows, pensaba yo mientras miraba hipnotizado el metalcito. "Parece un moco" dice Agustina que le dijo el padre, en un súbito arranque de sinceridad. Pude cerrar la conversación con cierta hidalguía y le conté a mi vez de mi hija, y de mi argumento ancestral "no te hagas nada que no puedas deshacer después". Oh sí, yo soy medieval, lo sé. Me dicen que cuando tenía tres años le pregunté a mi pobre vieja "si estaba bien que las mamás leyeran el diario".

La pobre Agustina se alejó meneando la cabeza. Me quedé pensando en que todas estas cosas son signos exteriores. Qué hay sobre los verdaderos cambios, los internos, que sólo se aprecian en situaciones particulares? Un cambio laboral, de pareja o de actitud es muchísimo menos evidente pero más trascendente que un tattoo en el toor, y sin embargo nos quedamos en la superficie, en las piedritas en la nariz, en los piercings. Un último y estúpido consuelo es que yo me piense moderno así, en cursiva, como consuelo de que ninguna modernidad física sería ya posible. O sea, el piercing te lo debo pero soy re open mind. Una boludez.

PD: no existe un copiar/pegar formato/alma. De otra forma, nos entenderíamos.

Friday, June 01, 2007

Julian Barnes "England, England"

“Well, women have traditionally accommodated themselves to men’s needs. Men’s need being, of course, double. You put us on the pedestal in order to look up our skirts. When you wanted models of purity and spiritual value, something to idealize while you were away tilling the soil or killing the enemy, we accommodated ourselves. If you now want us to be cynical and disillusioned I dare say we can accommodate ourselves to that as well. Though of course we may not mean that, anymore than we meant it before. We might just be being cynical about being cynical.”

Julian Barnes, "England, England" (1998)

Thursday, May 24, 2007

El 168, la Rueda Cósmica y SIvah el Destructor

Continuando con el post anterior, debo decir que también sube al 168 un tunante barbado pertrechado con su guitarra. Ocurre que se pone a cantar horribles canciones, que interrumpe cada diez segundos para exclamar "sabor!" -que es precisamente lo que le falta a su arte; tal vez sea una invocación-.

Al terminar el numerito indaga sobre sus posibilidades de éxito en la recaudación final, mirando fijamente a los pasajeros. Allí cambia el mood y pasa de gentil trotamundos a piquetero musical, y le espeta a su público: "bueno... bueno" a medida que recorre la longitud del vehículo con su gorra rampante. El "bueno" gutural alienta la dádiva y extorsiona in advance a quienes viajamos presos de su arte. La Rueda Cósmica, Sivah el Destructor y los parias a la vez.

Para entender el universo, basta con hacerse un viajecito Constitución-Chacarita. Luego me cuenta.

Thursday, May 17, 2007

Freddie Mercury argento vende en el 168

Cuál es la probabilidad de que todos los días de tu vida suba al micro de vuelta un vendedor de CDs -of course truchos- y te despierte aproximándose a ofrecerte gentilmente su catálogo?

About zero, you may guess.

Y todo aumenta mi sospecha de que sea todo una gran Cruzada Absurda pero de dimensiones cósmicas, una especie de Truman Show berreta donde alguien que maneja las marionetas desee llamar mi atención -o al menos moverme a que escriba esto-.

Shit happens, este tipo es una versión pesificada de Freddie Mercury -dientitos, bigotito, kitsch- y tiene un estupendo timing conmigo en el 168. Lo que es peor, cada vez que sube yo estoy dormido y me hace saltar del asiento cuando esgrime su radiograbador compacto y hace vibrar el bondi con Valeria Lynch o a Madonna a centímetros de mi tímpano. Su catálogo es inagotable como el universo mismo, e increíblemente, algún pasajero siempre le pide algo y el invariablemente contesta: "Calidad audio, señora. Potente y con amplio rango dinámico". Todo en un marco de seriedad. Yo me doy vuelta y espero que algún alma kolyikeana me haga un gestito de "quedate tranqui, yo también me di cuenta de que esto es bizarro".
Pero nada ocurre.

Hoy me despertó a la altura de Juan B Justo con el horrible tema de Ghost.
Oooooooooooooh, m-my looooove, m-my daaaaaaaarrrrling.
Y se fue con su sonrisa de labio a labio, Freddie Argento, para vos, que lo pediste.

Tuesday, May 15, 2007

Para cuándo el santuario para el Grupo Néctar ?


-"Porque yo digo, la gente no está en los temas importantes... fijate ese grupo que murió en la Autopista... digo no? No se merecía un Santuario?"
(oído al pasar, autor anónimo)

Wednesday, May 09, 2007

Le Guin, Brodsky y el orgullo

Puede ocurrir que aceptes realizar un trabajo idiota porque te humilla pedirle a alguien de tu equipo que lo haga o porque no haya forma de negarse sin que haya un cataclismo laboral.

Puede que cedas a la tentación de contarlo en tu blog como catarsis. O puede también que hagas una crítica literaria al respecto, como Cruzada Absurda o porque ya estás definitivamente en Tomatoes' Way.

Ursula le Guin en su "Left Hand of Darkness" describe un mundo donde sus habitantes (andróginos y con tres semanas de celo, nada fácil) se mueven socialmente con un sentido de orgullo y dignidad llamado shifgrethor.

Textualmente: "an elaborate system of social prestige called shifgrethor, in which individuals jockey for position by subtle maneuvering". Casi como en nuestra política: te doy, pero no te ofendas. Y recibir con aquiescencia las dádivas.

Por su parte el gran Joseph Brodsky en 1984 leyó un discurso a un grupo de egresados de un College. En su speech explicaba qué era para él el infierno, contando la historia de un prisionero en un campo de concentración, que deliberadamente, trabajaba con una guadaña hasta el colapso, incluso en su hora de descanso, para asombro de sus compañeros. El efecto final era que este priosionero lograba incomodar a sus guardias, pero de ningún modo estaba poniendo la otra mejilla.

"No matter how daring or cautious you may choose to be in the course of your life you are bound to come into direct physical contact with what’s known as Evil…For the most interesting thing about Evil is that it is wholly human. To put it mildly, nothing can be turned and worn inside out with greater ease than one’s notion of social justice, civic conscience, a better future, etc.”

Brodsky sabía de qué hablaba. El infierno real está aquí, entre nosotros. Cuando fue echado de la Unión Soviética la KGB siguió persiguiendo a su familia. Casi no sabía inglés y sufrió críticas en sus primeros intentos en Estados Unidos. Un par de décadas después le llegó el Nobel gracias a sus escritos... en inglés. Él también -como su prisionero del ejemplo- había trabajado duro para ridiculizar el sistema. Más adelante, Brodsky concluye:

“The surest defence against evil is extreme individualism, originality of thinking, whimsicality, even, if you will, eccentricity. . . . Evil is a sucker for solidity. It always goes for big numbers, for confident granite, for ideological purity, for drilled armies and balanced sheets.”

Hoy afilé mi guadaña. Durante una hora y media, deliberadamente cargué setenta CPUs y monitores a un camión, y mientras lo hacía pensaba en el shifgrethor de Le Guin, en el priosionero de Brodsky y en aquellos que jamás entenderán la ironía y se preguntarán qué hacía este tipo, tan pagado de sí mismo, estibando carga.

Sunday, May 06, 2007

El país y los esta(sh)idos VIII: vámono Gorda + farsas de diversa índole (Abr 2002)

Sigo exhumando cadáveres literarios. Esta vez se trata de la serie creada en el 2002 cuando escribía acerca de ese país de asombros. Cuando la pestilencia de alguno de estos cadáveres resuena con algún aroma actual -léase, las hordas pseudo cultas que se abaten en la Feria- adivino alguna actualidad y convierto eso en algún post. De paso arqueo mis cejas ante el paso del tiempo: cinco años de todo esto.

Merde.

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El país y los esta(sh)idos VIII: vámono Gorda + farsas de diversa índole (Abr 2002)

Miro mi billetera y tengo un verde, pero de cinco pesos. Es domingo y la crisis que se precie de tal merece continuar en otoño. Vuelvo en la bici del club mientras pienso eso, caen hojas amarillas en la avenida Sarmiento –sabrá Sarmiento, querrá renunciar también, será que no lo dejan- y fluyen cientos de autos quién sabe adónde; qué es esto, de veras hay Feria del Libro?

Freno ante la columna. Como cada año, la gente acude en tropel y se siente perfectamente culta en la Feria, como quien pretende excomulgarse de un año de televisión. Tal vez –meditan las masas en sus vehículos-, todo se trata de frotarse con una emulsión para curarse una dermatitis. Sigo la analogía, la Feria del Libro es un dermaglós que cura un eczema cerebral, una crema eficaz para superficies del hipotálamo –pero dámela con receta, tengo un 60%, dame una entrada gratis, pero ah los libros son tan caros, mirá JarriPoter, entonces para qué, ni patis había en la Feria, vámono gorda, vámono al Rosedal que está fenomeno-.

Esquivo la columna yendo a contramano: es la manera más civilizada que tengo de andar en bici por Sarmiento. Sólo debo esquivar otro tipo de bestias, los caballos en sus mateos (sabrá Mateo, recaudador de impuestos, habrias abjurado de proponer su nombre para esos carros de escaso folklorismo). La bosta equina se yergue adusta en montículos precisos; de algún modo esto me autoriza a tomar en contramano la calzada circular y bajar por Santa Fé. Me admiro de la nueva arquitectura bancaria, con su estética de persianas bajas que hacen más inútiles los Banelco, presas del metal. Llamen al arquitecto pero para qué, si debe estar en la Feria del Libro.

Sigo hasta el microcentro un rato después, ya habiendo dejado la bici y agarrado el auto. El tránsito hasta Nueve de Julio es fluído, y el microcentro está lleno de peregrinos bancarios. Siete cajeros inútiles en el Boston Central al unísono desafian todas las leyes probabilísticas, aduciendo un único cartel "cajeros con problemas". Me digo que debería buscarme un cartel semejante para mi persona, y le digo algo al vigilante, algo que pretende ser una ironía, pero ya no estamos ni para registrar variaciones. El tipo esperaba una puteada y se alza de hombros. En las paredes del microcentro desierto sobrevivien dos propagandas que me apresuro a anotar: "Bansud: viva el presente con nosotros" y "Citibank: donde el dinero toma vida". Sumo ambas frases miembro a miembro y me da "Libres pero en bolas". Me gusta más, en recuerdo de un estilo orgulloso, perdedor y radical.

Me estoy por quedar sin nafta y soy un elegido pues a) Hay nafta, b) Aceptan tarjetas. Miro con fruición la tarjeta de débito de mi vieja y quisiera transformarme en Savio María para poder usarla, o al menos parecer una vieja de setenta por algunos minutos. Vacilo ante explicaciones varias: "gentilhombre, maese cajero, en realidad me llamo Carlos María Savio, pero claro, esta gente de las tarjetas, usted sabe". Al ritmo de la crisis tal vez logre parecerme a una vieja, y no haga falta más.

Sigo con cinco pesos.

Dos días después, camino por el microcentro con Sylvie y Daniel. Nos abalanzamos sobre un cajero despoblado de gente y de letreros adversos. Al momento, se forma una cola atrás nuestro. "Y, da pesos o no da pesos?" Nos preguntan. Nosotros les hacemos hombritos, inmunes o temerosos a cualquier contacto con seres del Planeta Microcentro. Un instante después, se descifra la trama celeste. Mi saldo es de 4.20$, y todo mi esfuerzo del fin de semana por conseguir algún cajero útil no es más que una farsa, igual que lo que ocurre en el país, igual que la Feria del Libro, pero con un viso (Visa) mayor de realidad. Mientras tanto mi gerente se enoja, Remes Lenicov renuncia y yo quiero mi capita de Harry Potter para desaparecer.

DCS, Abril de 2002

Wednesday, April 25, 2007

Un Mundo Feliz

Serendipity mediante, caí hoy en la charla con Elisa en el recuerdo de aquella vez en Suiza. Hay modos extraños en que la conversación va desbarrancando hacia pequeños y olvidados pozos de recuerdos; volviendo al laburo recordé que algo había escrito, que ese algo estaba en el pen drive y que no valía la pena dividirlo en capítulos. El milagro del copy & paste es un driver poderoso de publicaciones.
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Hace falta decirlo? Para los argentinos Ezeiza es sinónimo de éxodo. El vuelo a Ginebra es pasar a una dimensión tamizada de científicos yendo a trabajar al CERN, futbolistas de segunda clase buscando su lugar en Europa y ocasionales turistas.
Suiza parece un mundo feliz. Es un país extraño donde la naturaleza es pródiga y la sociedad guía a los niños rubios por rieles de conformidad, rigor y orden. El inventario es parco: cuatro cantones, una constitución en permanente cambio, cuatro idiomas y una racionalidad a toda prueba. Neutralidad como sustantivo favorito y discreción, como herencia calvinista.
Desde la entrada en Ginebra, todo es prístino, claro y conocido. A la salida del aeropuerto se ven los Lamborghini estacionados como si tal cosa. Cualquier ligera desviación del orden es prontamente multada en cantidades pequeñas (amendement), pues más vale agachar la cabeza por diez francos que mostrar el costado latino. Cero de autos viejos, cero de papeles en la calle y sonrisas helvéticas de dientes apretados.

La argentinidad es una condición difícil de ejercer aquí. Es preguntar en inglés y ser corregido en francés. Es la gentil indicación del interlocutor, señalando la explicación en el cartel que vos no supiste leer a tiempo. Es un orden minucioso e insoslayable, un inventario de salutaciones y cortesías. Desde luego, ellos tienen razón.

Una noche apurada en Carouge, un suburbio a las puertas de Francia, una especie de San Telmo mejorado con mesitas a la calle y sótanos con música latina. Aquí se presume que la diversión es un rubro más del nomenclador, y hasta se escuchan algunas risas. No como en Zurich, se me asegura con énfasis, donde el orden es más estricto.

Dicen que no hay más ladrones aquí que los franceses que cruzan la frontera, desde Lyon, para robar autos y hacerlos “explotar” contra las vidrieras para robar joyas. Pregunto asombrado si no sería más práctico quedarse con los autos. Me miran, incrédulos: “y cómo los venderías?” Es cierto, aquí hay orden y justicia.

Seis de la mañana. Salgo a correr a la orilla del L’Arve y acontece que infinitas señoras con infinitos perritos estorban el paso. Soy minuciosamente condenado en varios idiomas, y yo las mando gentilmente a sentarse al Jet D’Eau, una impresionante columna de agua de doscientos metros que domina Ginebra; este mojón sea probablemente lo único realmente erecto en un sitio donde los niños son pocos y los embarazos, una feliz excepción.

Diez de la mañana y debo atravesar Ginebra para ir a la estación de tren y huir hacia el congreso en Lausanne. Mi amigo Rafael me lleva por una ciudad desierta, señala un parque circular, y me dice que estamos en PlainPalais. Enumera muertos célebres: Piaget, Calvino, y Humphry Davy. Le pido detener el auto y fijarnos si podemos entrar. La puerta está abierta, no hay guardianes ni gente, y el cartel confirma mis sospechas: “Borges Jorge Luis, 735 6”.

En un rincón sombrío y florido, hallo la tumba, con runas sobre su lápida. “And ne forhredon na”, dice, una especie de “No Temáis” del líder Byrhtnoth a sus seguidores. El reverso de la piedra sepulcral nombra a la espada Gram no ya en un combate, sino como signo de separación entre dos esposos. "He takes the sword Gram, and lays it naked between them”: la cita de la Saga Volsunga prefigura la disolución del tardío casamiento de Borges con Kodama. Anoto mentalmente investigar a mi vuelta por qué Borges yace aquí.

Ya en Lausanne, lejos de la opulencia ginebrina, el promedio de edad de la gente desciende veinte años y hay un fervor juvenil y naive de monopatines a orillas del lago. El congreso que me ocupa me devuelve gentilmente a mi condición de argentino: el inglés, lengua oficial, es mandado amablemente a un rincón a la hora del almuerzo, y los chistes están hechos de un insondable francés o alemán –casi todos los congresales son germanos-.

Lausanne descansa sobre la costa del lago Leman. La parte más cercana al lago, el “Ouchy” forma junto con la estación central de tren y el viejo centro la columna vertebral de una pequeña ciudad de colinas, que de todas formas se recorre caminando en pocas horas. Más allá de presumir de su condición de “ciudad olímpica” y de su Marathon de Octubre, Lausanne es discreta, pequeña y pulcra, como la mayoría de las ciudades helvéticas.

La Universidad de Lausanne –donde se desarrolla el Congreso- está a unos diez minutos del Ouchy. Los claustros están desiertos y el sol aún brilla afuera en el otoño boreal. Todo esto se halla a años luz de mi época de estudiantes en Exactas, pues todo parece favorecer la posibilidad de que uno estudie. Todo está permitido, todo está a disposición, la biblioteca tiene todos los libros y las PC están libres.

Finalmente, tengo un día libre. Algo de vértigo: cómo conocer el país en un día. La chica de la oficina de turismo se agarra la cabeza: no entiende que no haya planificado antes esto. Me recomienda algo sobre Montreaux, un lugar en la costa opuesta del lago, donde “mañana habrá un 70% de sol”. Vagamente, ese sitio me suena a jazz. Asiento, compro un único ticket que engloba paseo en lancha, tren a las montañas y entrada a un pequeño y delicioso castillo, y dejo mi equipaje por cinco francos en la estación de tren.

Intermezzo Montreaux
Aquí estoy en medio del lago Lec, ese agujero pequeño en el extremo sudoeste de Suiza, flotando hacia Montreaux. Todo está cerca y en una hora y media de navegación costera llegaremos; cada centímetro cuadrado de los pueblitos costeros está minuciosamente aprovechado. Carreteras, autos, viñedos, bruto centro mundial de Nestle, y millones de flores. El grupo de turistas yanqui al cual me sumé para disfrutar del primer piso del crucero compite en hacer comentarios ingenuos. Aparece el oficial, saluda, y me multa por estar en el sitio preferencial. Otros diez francos, y tres por la reposera. Los yanquis me erigen un panteón de palabras en torno a la tranquilidad con que me dejé avasallar, y les digo que soy argentino. Ah, entonces jugás al polo. Sí, les digo, y les pido que me tomen una foto.

Llegamos al castillo de Chillon, siglo XIII, perfecto estado de conservación y folletos en cada idioma. Me impresionan las letrinas, la sensación de enclave estratégico a pesar de los siglos y los presuntos graffittis de Lord Byron acerca de los prisioneros. Me sumo a un grupo de turistas japoneses con guía incluido y saco algunas fotos de rigor, secretamente convencido de que no reflejaran lo magnífico aunque austero del sitio. Finalizada la ceremonia de sentirme turista, vuelvo caminando a Montreaux, y de ahí tomo un tren de cremallera que asciende a 45 grados hacia Rochers de Naye, un pequeño paraiso alpino a 2500 m. Las cosas se vuelcan de los asientos y los oídos zumban como en el avión, y ya estamos allí, en el techo del mundo lindo.

Desde Rochers de Naye se abren senderos hacia sitios increíblemente hermosos, distantes sólo 10 o 20 km. Se lee: Gstaad, Gruyere, Chateaux D’Oex...., pero debo volver a Gienbra para tomarme el avión de regreso. Ya cerca de la estación, en honor a los lugares comunes de escritores argentos que empiezan todos sus cuentos tomando caffecrêmes en la Montparnasse, me saco una foto haciendo lo mismo en un viejo bar de Montreaux. Lo he dicho? El café aquí es horrible.
Última imagen, una estatua de Freddie Mercury que no está allí por casualidad. Tal parece que Montreaux era el sitio habitual de ensayo de Queen y de otras bandas, y los turistas hacen cola para sacarse foto. Los lobos marinos de Mar del Plata no están lejanos en ese sentimiento touristy cuyo real epicentro es Miami.

Final con Ginebra
Vuelvo a Ginebra, de nuevo la ceremonia de encerrar equipaje a costa de cinco francos. En la estación hay un tablero de hoteles baratos: se aprieta un botón y se produce una llamada gratis al hotel, pero esto ya no me asombra. Encuentro el Lido, una maravilla de dos estrellas y setenta dólares absolutamente limpio y prolijo, a dos cuadras de la estación. Ensayo un diálogo inglés y dificultoso con el conserje, cuyo origen es finalmente hispánico –una de las más grandes comunidades aquí-. Switcheamos a modo español y me dice que cruce los puentes y conozca la parte vieja de la ciudad.

Salgo como poseso a recorrer la última noche en Ginebra. De nuevo, la ceremonia de opulencia y belleza. Autos increíbles, vidrieras fabulosas y –sólo quedan cien francos- unos spaghettis posibles a la vera de la catedral de Saint Pierre.

Por qué ahora, en la soledad de la última noche en Ginebra, me consuela que Manu Chao aparezca en la MTV? Veamos: los Estados Unidos tienen la espada de Damocles hispana sobre su cabeza, en Europa la gente ya no tiene hijos... OK, tal vez sea nuestro turno. Es el mejor lugar del mundo, pero tal vez no para nosotros. Y entonces, qué hace Borges aquí en el presunto mundo feliz? Qué hay de ese escándalo de cien suplementos culturales? Veamos qué opina él mismo:

“De todas las ciudades del mundo, de todas las patrias íntimas que un hombre trata de merecer durante sus viajes, Ginebra me parece la más propicia a la felicidad. (...) A diferencia de otras ciudades, Ginebra no tiene énfasis. París no ignora que ella es Paris. Londres la conveniente sabe que ella es Londres. Pero Ginebra apenas sa da cuenta de que ella es Ginebra.”

DCS, Sept 2000

Tuesday, April 17, 2007

Agua arriba, agua abajo

En general me parece que abusar del intimismo en un blog es una pelotudez -mal statement para empezar, demasiado férreo, demasiado urgh i´m always right-. Pero habiendo desviado el curso de las cosas serias para el lado de Snark, bien puedo hacer una licencia poética y contar algo sobre el día de hoy en este naciente blog.

Todo, todo, todo salió mal. Agua en el cielo, en mi traje, un río en Niceto Vega al final del día. Y mientras esperaba que el torrente pasara en un negocio de antigüedades que estaba cerrando, pensé en recordar la sensación y escribirla luego. Pensé en el odio, en cómo la gente puede ningunear tu propio equipo, tu esfuerzo, y sumergir todo en vanidad, en hacerte remisero para que un huésped extranejero llegue, en condenarte al ostracismo simplemente por no lamer los culos adecuados. Y qué importaron tus compromisos de hoy y de mañana, qué importa si ellos deben quedar bien y apagar sus incendios con tanta agua.

Había un loquito en el negocio de antigüedades que miraba la lluvia como yo, y hacía "uú-uú-uú", no podía hablar ni se animaba a cruzar la calle. Se quedaba quieto, refunfuñando y musitando su ruidito. Tal vez para estos ninguneadores yo sea como esos loquitos.

Wednesday, March 28, 2007

Enrique Pótero y el Globeto Ígneo


Una vez, hace tiempo, en una galaxia muy lejana, un grupo de trabajadores estaba contra las cuerdas en el ring de la integración de un ISP en una gran telco local.
Los cuatro sujetos tenían problemas de actitud y no sabían muy bien qué rol ocuparían en el futuro -si había tal rol-. Tres de ellos compartían cierta fascinación enfermiza por el advenimiento del cuarto libro de la saga Harry Potter. Ya lo habían leído en inglés y estaban aburridos, esperando que la telco se decidiera a ver qué se hacía con ellos. El cuarto sabia mucho de diseño web, a tal punto que hizo su parte en dos o tres días.
Hubo reuniones formales, decisiones, tareas pendientes: en fin, todo lo que corresponde a un proyecto serio. Sólo que este proyecto era undercover: traducir capítulos al español y ponerlos en la web bajo una leyenda ficticia, como ganando tiempo al probable desempleo. Hace falta decirlo? El enfermizo promotor de esta cruzada absurda era quien suscribe. Me hice llamar Lenny Muttone, un timido desempleado de Autopistas del Sol, que había dedicado su vida a liberar a Harry Potter del yugo de traducciones tardías y demasiado castizas. La traducción del capítulo 2 fue superior a la que se vió en las librerías, y el diseño de la web ficticia -que soportaba la leyenda- también lo fue. Solíamos llamar al proyecto "Enrique Pótero" en virtud de las malas traducciones que habíamos visto hasta entonces.
Llegaron centenares de mails y aún cartas de todo el mundo solidarizándose con mi alter ego, Lenny. Tengo en algún pst guardados los mails de importantes portales de Internet que festejaban la noticia y se solidarizaban con el fatalismo de Lenny Muttone. Aún hoy, en su lecho de inmortalidad electrónica, yace el sitio web. Lo encontré con algunos gifs perdidos, como un espartano que vuelve de "300" sin saber si pasaron los persas o no.
Un beso grande a Sylvie (aka Charrúa), a Mariela P, y a Ale S. La vida nos dispersó; pero seguro que las noticias de hoy acerca del volumen 7 del maldito Enrique Pótero hoy nos hacen acordar a algún capítulo rebelde de este pasado laboral, en aquella galaxia lejana.

Tuesday, March 27, 2007

Guillermo Martínez

"Roderer estaba serio, desentendido de la partida; se había abotonado el abrigo, una especie de gabán azul oscuro, y dirigía a la puerta una mirada inquieta. Tenía una expresión indecisa y a la vez irritada, como si estuviera debatiendo consigo mismo un problema mínimo, una cuestión estúpida que sin embargo no lograba resolver. Habíamos quedado en el salón únicamente nosotros dos; lo que no conseguía decidir, me di cuenta, era si debía esperarme para que saliéramos juntos o podía despedirse inmediatamente y marcharse solo. Conocía bien ese tipo de tormento, pero había creído hasta entonces que solamente yo lo sufría; la imposibilidad de elegir entre dos opciones triviales y absolutamente indiferentes, la horrible vacilación de la inteligencia que oscila de una a la otra y nada puede discernir, que argumenta en el vacío sin encontrar una razón decisiva mientras el sentido común se burla y la azuza: da lo mismo, da lo mismo. Qué desconcertante me parecía encontrar en otro, y de un modo mucho más intenso, los signos de ese mal que tal vez fuera ridículo pero que yo había considerado hasta entonces mi posesión más exclusiva."

Guillermo Martínez, "Acerca de Roderer" (1992)

Tuesday, March 20, 2007

Eso que te pasa, es un Plan B


La regla podría ser "nothing ever goes as planned". El ejemplo podría ser cualquier cosa: un plan nuclear, un modelo de laptop barata, la vida personal de cada uno, los sinuosos meandros de la empresa. Lo interesante es imaginar la historia al revés, juzgando que el estado actual de las cosas es el Plan B de una intención diseñada con cierto cuidado... que al interactuar con el ecosistema, terminó saliendo para cualquier otro lado: Tomatoes' Way.

UNO - El desarrollo de la física en la Argentina es el resultado de la fábula que Richter le vendió a Perón en los cincuena. Con esa implicación de posguerra según la cual la germanidad era garantía de conocimiento, Richter le prometió a Perón la fusión nuclear y tuvo recursos ilimitados para ello en ls Isla Huemul, frente a Bariloche. La farsa se sostuvo un par de años, tras lo cual estalló el bluff. Los restos faraónicos del proyecto cruzaron el Huapi y aterrizaron en lo que, con los años, se convirtiiría en ese refugio de la ciencia que es el Centro Atómico Balseiro.

DOS - Tal vez ni la laptop barata de Negroponte que ilustra el post, ni la Classmate de Intel sean al final del camino la laptop pequeña y barata que esté en las aulas. Cada una ofrece sus bondades, en términos de propuesta educativa, conectividad, soft y hard. Pero por encima de la puja entre ellas, florecen los productos secundarios de una industria que debió redefinirse. Algunos ejemplos:

- Todos los proveedores de Hard Drive evitan ya los viejos discos duros y se centran en los flash, menores pero a prueba de golpes.

- Se sabe que la CPU debe ubicarse cerca del resto de los componentes para obviar los frágiles cables flex.

- Se prioriza que la laptop sea liviana o de bajo consumo, favoreciendo tecnologías disruptivas para el display.

- En términos de conectivadad los esfuerzos se centran en mesh -de nuevo por cuestiones de bajo consumo- dejando los pesos pesados como Wi-Max y Wi-Fi para que jueguen en la otra liga (la de las Telcos y la de Móviles) donde se privilegian la confiabilidad, la velocidad o el alcance.

TRES - En nuestra vida personal somos un Plan B bastante lejano al Plan A original de nuestra adolescencia, o al Plan Z paterno en nuestra niñez. Somos increíblemente más ricos en los apartamientos y en nuestra capacidad de amoldarnos a avatares. Si es cierto lo de fortalecerse si no se muere en ello (muy germano, pero no Richter), aún nuestras dificultades fisicas son vallas para ser saltadas. Contra nuestro pronóstico, ciertos skills nos propulsan a lados insospechados de la Empresa; también ciertas carencias nos dejan fuera de algunos anhelos, cosa que comprendemos sólo años más tarde. En mi caso personal, la Física me enseñó a pensar y a cuestionarme las cosas de cierto modo, pero lo que de verás me abrió puertas fue el idiomá inglés (thanks old Benny) y alguna curiosidad por vincularme con el resto de un modo bastante más informal que lo que veía a mi alrededor.

Este blog, sin ir más lejos, es otro producto secundario.
Me pregunto cuál será el plan definitivo en mi vejez, y cuán alejado está del que creo es mi Plan A actual.