Friday, June 19, 2009

Pasajes en Buenos Aires


La última vez que me junté con el Payaso Lugüercio a tomar un café lo noté extraño. Me decía que en los pasajes del centro de Buenos Aires, el tiempo fluye más despacio. Según él, los viejos comercios se confabulan contra el cambio de costumbres. Los clientes que circulan por esas galerías que horadan las manzanas de Avenida de Mayo no registran del todo ese engaño; ni miran las peluquerías con salivaderas de metal o los bares angostos coronados de sandwichs mustios. Si hasta las cerrajerías que pueblan los pasillos centrales parecen un cataclismo de metales surgido de algún cuento de Lovecraft.


En consonancia con tiempos más berretas –Lugüercio a veces desbarranca en sus adjetivos- surge algún local de loterías, un kiosco, un par de lustrabotas al paso, o acaso tiendas de canje. La sensación de deterioro es la misma: en el paulatino adentrarse, el caminante perspicaz siente que va remotando décadas y notando la escasez de gentes.


Se puede llegar -no siempre, en alguna circunstancia- a los albores mismos de la patria, donde los silencios cambian de tenor y el olor rancio que asoma en las masas del Tortoni ha virado hacia la esencia primordial del Plata. Se palpa, a la vez, un rencor sin dueño –pues fue el capital, o fueron los Unitarios, o la Mazorca- y ese algo innombrable va poblando la atmósfera cargada de humedad, como alimentando las luces mortecinas de un nuevo sustento. Pero allá lejos está el otro extremo, y pasa algún auto, y como una nueva vana esperanza se atisba un local de computación casi llegando a Rivadavia.


Y esto acontece todo el tiempo. Es una horda de incautos que esquiva el frío o la lluvia, y que decide acortar camino por esa zanja infernal de la manzana. No todos se sorprenden: a veces la ignorancia es buen escudo contra las aristas de la vida. Ahí van ellos, avanzando por la galería, guarecidos con el mp3, jactándose de que allí habrá un PagoFácil y no, son muy feos estos locales -se dicen- y ya cerca está Irigoyen, y porqué ese teatro desvencijado, o por qué me miran así desde el café. Ni siquieran reparan en los chambergos, las polainas, o en los gestos de fastidio bajo el ala de los sombreros, es como en cada día de la vida, mejor no saber. Los más idiotas no sienten ni el miedo, me dice Lugüercio mientras termina su café; los otros, esos a veces no llegan al otro lado.

Sunday, June 07, 2009

Tríada - Caos dominical


De chico, cuando trabajaba en Posters del Tiempo, me gustaban algunos cuadros de Appia o de Magritte, alguna de cuyas copias aún guardo en mi baulera. Roger lo logró, finalmente, pero me da asco ese plural de amistosa concordancia salpicado de clichés cuando el ídolo debe llorar al levantar la copa; casi tanto asco como Mirka en la tribuna, sacando cuentas de cuánto le quitará a su futuro ex esposo.

Busco papeles de un modo asustante -la decadente Magdalena esgrime ese único adjetivo así, en italics, mañana tras mañana en la radio-. Para eso es Domingo: busco en el placard y me repele mi gran capacitad para procastinar. Algún día me pondré al día con las millas de los viajes, algún día irán al cofre los papeles valiosos, algún día ordenaré las fotos. En ese orden la PC y la laptop inauguran un nuevo desorden online -también asustante- de archivos superpuestos y de memoria borrosa -pero por qué Magritte insiste con esos cieles celestes y melifluos, esos cielos casi simpsonianos-. En realidad me gustaba Appia.

Mientras, en complicada aliteración, los buzos tácticos brazukas manotean cuerpos galos del Airbus, maldiciendo su suerte. Parece que los cuerpos estallaron a través de un cielo celeste. Les darán doble premio por indicar por dónde quedó la caja negra? Muchos años después Magritte ya no me gusta tanto, no creo que llegue a ganar Roland Garros ni a las finanzas de Mirka, y creo que darle demasiada bola a las noticias es asustante.

Tuesday, June 02, 2009

Estadísticas, swine-flu y la desaparición de los datos

Las curvas exponenciales tienen ese no sé qué. Al existir pocos casos en el inicio, no hay forma de prever la evolución de lo que fuere: en estos días, la nueva gripe llamada de diversas formas. A juzgar por la prensa, es epidemia; a juzgar por los valores absolutos, no lo es. Qué pasa cuando un simple mortal no-médico se pone a chequear data?

El estudio de crecimientos de un fenómeno natural es igual al análisis de otras evoluciones en los negocios (activaciones de celulares, ventas de autos, etc). El motor del crecimiento no es un virus pero es la publicidad o el "boca a boca". Pero hay algo en común: cuando no hay un criterio único cada cual reporta lo que quiere, en empresas o en Ministerios de Salud. En su momento tuve que diseñar hermosos benchmarks para empresas y evangelizar sobre cómo se llena tal o cual campo. Aprendí que la indolencia gana, y que ante la ausencia de control hay una tendencia pueril en no quedar mal parado en la comparación. Y qué pasa con la gripe? Estados Unidos tiene su tablero de Swine Flu y tiene un criterio en común en sus estados. Pero se admite que el criterio de reporte de casos -ver las recomendaciones de la WHO, ya en su informe 42- dista de ser homogéneo.

Un vistazo al mejor tablero internacional sobre Swine Flue dispara cierta inquietud. Por qué en México hay tantas muertes y tan pocos casos-base? Sobre los datos se dice "garbage in, garbage out". La caja negra de un tablero no permite sacar conclusiones si los datos están falseados. Dado que la evolución de la enfermedad es rápida, no se pueden esconder muertes; pero puede estar ocurriendo que en México están faltando estadísticas de casos-base.

Y no hay mucho más que decir. O tal vez sí:
  • Hay que esperar tener un poco más de estadísticas y analizar si los "ratios" de mortandad son algo mayores en el 3er mundo (hacinamiento, poca comida, pocos remedios, etc).
  • Si un caso sospechoso implica clausura, en países como Argentina que entran en el Invierno todos los colegios y universidades terminarán cerrando sus puertas por algún período.
  • En valores absolutos (la "función") la swine-flu está aún a años luz de los valores de la gripe común. Pero aún no se sabe acerca de la velocidad de crecimiento (la "derivada").