Monday, December 14, 2009

Tell me why I don´t like Christmas...

Más allá del cartoon, el título me hace imaginar a Bob Geldorf inclinado sobre el pianito, cantando el título de esta entrada con la misma intensidad con que lo hacía en los Boomtown Rats, pero cada tanto indicándole por lo bajo al auditorio que "en realidad él no tocaba en Pink Floyd". Todos somos espejismos de todos, incluso Bob. La Navidad también.

En vez de mi habitual alegato antisaludo navideño, esta vez elijo preguntarme por qué no me gustan para nada las Navidades. Será por sentirme a años luz de la felicidad zoológica de la espera del MotorBox90 de cuando era chico? Es acordarme en vano de la lucha contra el sueño escuchando la conversación de mayores en Bernardo de Irigoyen, desde el regazo de la madre? Nunca más, en letras graníticas. Y tampoco el mandato religioso. Ni siquiera la obligación de los regalos, aunque cada año hay mayores pretensiones en ese rubro. Apenas una wish list dejada en el estante de la biblioteca, para hacerle la vida más fácil al resto. Tampoco hay obligaciones cursi con invitados desconocidos -casi siempre somos los mismos- o intrincados rituales anglosajones, salvo el de una decente ebriedad.

Escarbando en capas interiores, llego a la real molestia: el plural de amistosa concordancia que nos hace gelatina contra el piso. El mero cúmulo de frases hechas y de conductas preformateadas puede aturdir hasta bien entrado el 2010. Mucha gente me saludará con mucha efusividad en los días que vienen, y yo simularé no asombrarme, y tal vez sea eso lo que de veras molesta: el ahuecarse, el presentar concavidad de alma cuando hay filo. Pero en fin, que lo pases muy feliz, y con salud... y un venturoso 2010... y pobre Bob, sigue agazapado en su piano, mientras yo activo los phasers para evitar salutaciones.

9 comments:

Anonymous said...

Más allá de que a mí me guste o me disguste, ¿qué onda le voy a poner para que el resto de los que pasen Navidad conmigo la pasen bien/disfruten este tiempo, empezando por mi cónyuge e hijos?

Daniel said...

Por qué la gente le tiene que "poner onda" a algo? Espontaneidad, divino tesoro.

Nagus said...

Una vez hace mucho, mucho tiempo… aproximadamente cuando atravesamos tercero o cuarto año, llamé la atención del benemérito Padre Sol (qué nombre pomposo para un cura) porque fui el único de nuestro año -y presumo que de muchos años en el Pio IX- que no se Confirmó (sacrílego!). Entonces me llevó a su despacho y se interesó en mi resistencia por seguir al rebaño del Señor, le expliqué que ya a esa edad tenía muchos cuestionamientos por la “Doctrina de la Iglesia” y me parecía que el sacramento de la Confirmación era una hipocresía en mi caso, me pidió un ejemplo y apunté a lo más mundano y central en la mente de un adolecente: “Padre, no creo en la prohibición de las relaciones prematrimoniales”, se sonrió y me confesó que él tampoco lo compartía, perooo… en las sociedades primitivas la Iglesia tenía otro papel al actual, debía poner orden social y la monogamia era un método necesario para ese “ordenamiento”.

Más allá del juicio de valor, las religiones usaban sus normas, tradiciones e influencias para cincelar las sociedades acorde a sus creencias y conveniencias, así se crearon las Fiestas como coronación de esas tradiciones que nos recuerdan que hemos sido domesticados. Pero así como el adorar a una divinidad es innato en los hombres de toda la tierra, la necesidad de festejar también lo es, y es bueno, sano y divertido (una buena tranca no necesita mayores excusas).

Pero es de notar que las religiones han dejado su legado de crear tradiciones hoy en día en manos de las corporaciones y medios de comunicación. Así esta semana verás gente disfrazada como el Papá Noel de Coca Cola, e iras incorporando disfraces en tu guardarropas para halloween, San Patricio y pronto llegará thanksgiving. El stablishmen conservador evolucionó del poder religioso al corporativo, ¿qué tradiciones abrazaremos en los próximos años?

Daniel said...

Gracias Nagus. "Anunciar la paz" era el villancico de la cámara argentina de anunciantes... hace ya treinta años.

Ya venga de curas o del mercado, yo tiendo a desconfiar del mensaje. No tanto por juvenil rebeldí, sino más bien por una natural jodidez.

Encima ayer vimos un Che Guevara con la remera de Superman (!?).

Anonymous said...

La espontaneidad lo ubica a uno en el centro del mundo. Actúo, reacciono, hablo, contesto, sonrío, puteo únicamente de acuerdo a mi estado de ánimo, a cómo vea yo el universo...
No creo que sea lo mejor para los demás (cónyuge, hijos)... eso no es lo mejor que pueden recibir (al menos de mí).

Si tenés críos, por favor no seas amargo y viví este tiempo con alegría, aunque sea por ellos.
Hay más alegría en dar que en recibir...

Feliz Navidad para todos, aunque no los conozca

Daniel said...

El calificativo de amargo dice más del emisor que del receptor. Just like that.

Alacran Sonriente said...

Que ruego mas extraño, sr anónimo. Es mejor un padre espontáneo y sincero a uno que simula algo que no le cuadra...

Anonymous said...

I have had my iPhone for about 2 months. I have a lot of data on it, such as songs and contacts. I synced my iPhone with my computer, but my computer crashed and all of my data has been lost. Is there any way to transfer the data on my iPhone back onto my computer?
[url=http://www.trium.us/viewtopic.php?f=4&t=5369]unlock iphone[/url]

Daniel said...

Hi Anonymous, probably you should send a letter about that to Santa Claus -or to Darth Vader, as well.