Danah Boyd se sorprende del exceso de ego hecho petabytes de fotos en Facebook en su propio estallido casi kolyikeano llamado "Obsesively recording and sharing our vacations". Cada uno lo apreciará en su propio playground de hojas muertas que es su propia home. En mi caso, una conocida se va de vacaciones, postea quinientas fotos, vocifera el buen momento y reafirma su yo arenado. Otra amiga no para de sacar fotos de placas de auto que le parecen graciosas. Finalmente, un tercer amigo hace suya una cruzada oscura, y sube videos de excelente calidad... pero todos la misma noche.
No nos molestan los excesos, hasta que nos molestan. Fuera el plural mayestático: de golpe noto que mi playground feisbuquero yace empetrolado por el exceso de necesidad de afirmar el yo ajeno. Y entonces? La necesidad de orinar el Home ajeno parece ser grande.
Todos los caminos conducen al filtrado de amistades. Habrá algún antídoto para la infoxicación del Facebook?
Sunday, August 23, 2009
Friday, August 07, 2009
Las manos detrás
Me habla Juan Sanchez, mi taxista mexicano (tax-mex?) favorito. Me habla durante las últimas cinco horas mientras me lleva en un raid laboral-cultural que abarca último meeting, Museo de Antropología y aeropuerto. Me asegura que su servicio es barato, que conoce las mejores rutas y que será mi guia durante mi próximo viaje. Y que esta vez "ándele, elíjase un hotel bonito cerca de Polanco, para qué se fue a Santa Fe".
No entiendo México. No lo entendí la última vez que vine, ni lo haré la próxima vez. Tal vez porque en este viaje venía con la intolerancia al mango, pero no comprendo la mezcla de orgullo por el pasado y los "mande", las manitos atrás tan sumisas, los mozos corriendo a cambiarte el plato, y la urgente necesidad de tips. Dónde quedó el orgullo de los pueblos del pasado?
El museo es infernal. El paraguas gigante domina el patio como una nave extraterrestre tirando jugo de kriptonita sobre los paseantes. Cada sala es excesiva, opulenta, recargada. Algo dormido pienso en quetzalcoatls de piedra, en Xolotl y los gemelos, en inmensos ídolos de piedra transportados desde la selva. La foto con el calendario azteca no pudo ser. Una voz me saca del ensueño "ve mi cuate, ya estamos llegando eh". Suerte que mi chofer no lleva las manos detrás.
No entiendo México. No lo entendí la última vez que vine, ni lo haré la próxima vez. Tal vez porque en este viaje venía con la intolerancia al mango, pero no comprendo la mezcla de orgullo por el pasado y los "mande", las manitos atrás tan sumisas, los mozos corriendo a cambiarte el plato, y la urgente necesidad de tips. Dónde quedó el orgullo de los pueblos del pasado?
El museo es infernal. El paraguas gigante domina el patio como una nave extraterrestre tirando jugo de kriptonita sobre los paseantes. Cada sala es excesiva, opulenta, recargada. Algo dormido pienso en quetzalcoatls de piedra, en Xolotl y los gemelos, en inmensos ídolos de piedra transportados desde la selva. La foto con el calendario azteca no pudo ser. Una voz me saca del ensueño "ve mi cuate, ya estamos llegando eh". Suerte que mi chofer no lleva las manos detrás.
Tuesday, August 04, 2009
Tríada: epifanía antisocial
Ningún hombre quiere que le espíen la conversación interior, dijo alguien. O en buen romance, lo que todo hombre quiere es que no lo molesten. Pensaba esto mientras estiraba las piernas y respiraba hondo tras correr en una pista de atletismo desierta. 12 km, la mitad de ellos a 4:30, en la pausa del mediodía en un día invernal pero de sol: la receta de la felicidad. Era un momento perfecto: no demasiado frío, algo de nubes, hasta la torpeza intelectual de Andy K en el mp3 era algo tolerable. Como en un recuerdo lejano, el trabajo marchaba bien.
Por la tarde, en el Centro, se dieron dos de tres. Hubo tickets en el Teatro con el descuento esperado, encontré las zapatillas necesarias para la próxima marathon, pero no hubo reemplazo del Sony Ericsson que ha decidido no responder a su dueño. "Caba(sh)ero, ese modelo no lo tengo. Caba(sh)ero, no se vende ese modelo en cuotas en su factura". En mi mapa de molestia ya había un cambio. En Viamonte había una manifestación contra el fútbol (!?) hecha por pseudo barrabravas pagados por alguien. Sumergido en el libro de Felix Luna casi no reparé en el montón humano del subte.
Ya es noche. De la nada surgen los mails en el monitor: hay un viaje a México mañana. Debido a la imposibilidad de prepararlo como corresponde resulta un horror. Epifanía, desconexión, ganas de cortar con todo. Y la profesionalidad? El infierno es que no puedas usar la pista o el andarivel de la pileta tranquilo, o que te digan caba(sh)ero y te nieguen lo que buscás, o que mañana haya que ver si efectivamente hay tickets, o que haya que contradecirse y explicarle al cliente todo de nuevo. Adónde quedó aquella contemplación de la nada mientras elongaba isquiotibiales?
Por la tarde, en el Centro, se dieron dos de tres. Hubo tickets en el Teatro con el descuento esperado, encontré las zapatillas necesarias para la próxima marathon, pero no hubo reemplazo del Sony Ericsson que ha decidido no responder a su dueño. "Caba(sh)ero, ese modelo no lo tengo. Caba(sh)ero, no se vende ese modelo en cuotas en su factura". En mi mapa de molestia ya había un cambio. En Viamonte había una manifestación contra el fútbol (!?) hecha por pseudo barrabravas pagados por alguien. Sumergido en el libro de Felix Luna casi no reparé en el montón humano del subte.
Ya es noche. De la nada surgen los mails en el monitor: hay un viaje a México mañana. Debido a la imposibilidad de prepararlo como corresponde resulta un horror. Epifanía, desconexión, ganas de cortar con todo. Y la profesionalidad? El infierno es que no puedas usar la pista o el andarivel de la pileta tranquilo, o que te digan caba(sh)ero y te nieguen lo que buscás, o que mañana haya que ver si efectivamente hay tickets, o que haya que contradecirse y explicarle al cliente todo de nuevo. Adónde quedó aquella contemplación de la nada mientras elongaba isquiotibiales?
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