
Se sabe lo que es un mito urbano (una mentira con mucha divulgación), pero un recital sorpresa es lo contrario, una especie de happening de entrecasa propagado por vías informales . Ocurre un poco como con las SmartMobs de Rheingold, y los PacMan van auto-organizados, avanzando como zombies de Michael Jackson sobre Figueroa Alcorta. Entonces la sensación es distinta, ir corriendo alrededor del Planetario, siendo un testigo distante, mientras se escucha el recital y se trata de esquivar la horda que se lanza sobre la avenida.
A la vuelta, las fieritas que pasaron por el Rosedal dejaron perfumada la milla del óvalo. Entonces hay que revisar el concepto de LSD del post anterior. Fue una corrida estimulante, cuando menos.
2 comments:
I'm thankful with your blog it is very useful to me.
Espantosos motores de respuesta automática, que deberían correspondorese a respuestas a su más automáticas (tipo thks_free_lotto), así ad infinitum.
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