Tuesday, March 04, 2008

Paranoia al revés

Si la paranoia es tomar conciencia de la estructura fina de la realidad, trackeando con mayor frecuencia lo que ocurre y reinyectándolo en el input de cada día, puede hablarse de lo contrario. Existe una paranoia al revés cuando, mayormente por error, el mundo toma conciencia de uno.

Es entonces cuando se habla de los quince minutos wharholianos, de los medios, y de la capacidad del networking en la atmósfera web2.0; yo más bien llamaría a este fenómeno “fama pedorra”, saludaría a las autoridades, y daría por clasurado el acto.

Me llamó Charlotte hace minutos. Los celus crepitaban angustiosamente –a estas alturas Movistar podría vender “Buena Audición” como un producto de alta gama que causaría furor en el mercado-. Le entendí a duras penas a la blonda que en un Diario de Lanata alguien escribió algo sobre nuestros blogs. Bajé al Torrente Florida, esquivé a la Muchedumbre Panfletera (cruza entre piqueteros y recicladores de celulosa) y compré el Crítica, una especie de derivada tercera del Página 12. Leí el artículo y casi todo era cuidadosamente inexacto. Todo lo cual me arroja en la cruzada absurda de dejar todo asentado en dodecasílabos.

“Hacen bardo en un diario de Lanata /
sobre blogs tuyos y míos; es sanata”.

2 comments:

Anonymous said...

Leí el comentario, y en parte expresa algo de lo que alguna vez hablamos, querido amigo. Lo siento, pero mucha gente ve en la actividad blogger reminiscencias de cafés literarios o círculos intelectuales. Es decir, un círculo cerrado, clasista por llamarlo de alguna manera. Mucho comentario cruzado, recomendaciones mutuas, los mismos personajes en todos los blogs, y esa sensación de que todos quieren demostrar que son más sutiles y profundos que los demás. Y en el fondo, esa impresión de estar frente a escritores inéditos, que buscan narrar su cotidianeidad como algo maravilloso lleno de adjetivos de uso infrecuente y términos extranjeros (preferentemente en inglés o francés), y que sienten que la humanidad no merece quedarse sin saber si el perfume que le gusta a Charlotte es el One o el Quartz...

Daniel said...

Todo lo que termina en el mainstream fue inicialmente elitista. Siempre.

Creo que si la gente escribe un blog lo hace por uno de dos motivos. O bien porque siente placer en ello (que es la esencia que no supo captar el periodista), o bien porque se sale de su yo cotidiano y compone un personaje, por escapismo o diversión. No creo que haya más fatuidad en esto que en una novela... sólo que coincido en que es muy difícil llegar a la novela.

De última, esto no es radio. Es una lectura azarosa de muchas botellas en el mar, algunas pidiendo ayuda.

Y basta, me voy a encerrar en mi torre de marfil -que rima con blogueril-.