Thursday, July 09, 2009

Warhol for a day

Los estudios de Artear están a tres cuadras de mi barrio natal: un foco de glamour en medio de la decadencia total. Llego primero al estudio, puedo observar tranquilo la nube de asistentes, técnicos y productores de menor y mayor rango. Parece Los Pells: ejercen mutuamente el poder unos sobre otros. Los de menor casta te acompañan al baño para que no te pierdas o te aconsejan sobre esa gota de té que acaba de caer sobre tu camisa. Parecen contentos: una felicidad casi zoológica, tamizada con animal print. Los de mayor jerarquía se comunican con el camarín de la conductora, que tiene algún problema de salud.

Llega el resto del panel, conozco a algunos. Las mujeres están preocupadas si "dan" o "no dan" en la pantalla. Son los milagros de la silver screen: se es creíble o no en dos dimensiones. Nos ofrecen sandwichs, nos plantan micrófonos, me pregunto si mi verdadero yo me saboteará. Me repito: no debo interrumpir a nadie. Decido ponerme la corbata para tapar, finalmente, la mancha de té. Vamos al estudio en lenta procesión; nuestros lugares están fijados de antemano según alguna algoritmo oscuro. De pronto se encienden las luces y las almas parpadean: esto es estar en TV.

"Oh love oh love just to see them
Acting on the silver screen, oh my.
Clark Gable, Fairbanks, Maureen O'Sullivan
Fantasy would fill my life and I
Love fantasy so much." (*)

Llega la conductora, menuda pero irradiando un halo de cierto poder -no es belleza, es influencia-. Nos saluda con aquiescencia, me dice, ésa es tu cara de enojado? Le respondo con una mueca. Surge una componenente horizontal de la gravedad que nos empuja contra el respaldo: eso se llama dignidad. Empieza el programa: todos los clichés se arremolinan sobre el escenario, todos los conceptos quedan olvidados. Casi, casi, la historia de mi vida: me siento dentro de mi cabeza, a diez millones de años luz. Apenas sí musito un par de sandeces. El programa concluye.

"Did you see in the morning light
I really talked, yes I did, to Gods early dawning light
And I was privileged to be, as I am to this day
To be with you. To be with you."

(*) "Friends of Mr Cairo" (Jon Anderson & Vangelis) estuvo inspirada en "El ladrón de Baghdad (1924), "El halcón maltés" (1941) y "Una vida maravillosa" (1946).

2 comments:

Shulietta said...

Divina crónica. Detallista y aguda.

Daniel said...

Thxs Shulietta!