Wednesday, April 22, 2009

"The Road" - Cormac McCarthy

Los buenos lectores saben que todo lo que nos pasa -reuniones, viajes, deporte, sociales- son solo meras dilaciones que nos impiden tirarnos en la cama, o en una reposera, bajo el sol del Otoño, a leer un buen libro. Y eso es lo que me ocurre con "The Road", esa gran novela de Cormac McCarthy.


La trama es ominosa -más aun en tiempos de gripe porcina y terremotos-. Un padre y un hijo caminan con un carro por un camino desierto, en un contexto post apocalíptico sin explicaciones. No hay vida, no hay sol, todo parece cubierto de nieve y cenizas, y ambos caminan hacia el mar. Supervivencia, entonces: pero sin onda, frágil, y con el anti mensaje de que a veces morirse es mejor. Todo parte el corazón: los cuidados del padre, las preguntas del hijo, la precariedad de las cosas. Y una vaga amenaza afuera, que recrudece a medida que avanza la trama.


El narrador es omnipresente, y los hechos parecen transcurrir como un susurro en la cabeza del lector. La concepción es minimalista: los diálogos carecen de guionado y no hay apostrofes en la edición original inglesa. A menudo las frases son cortas, descripciones sin verbo alguno. El fraseo, en fin, es tan crudo como la estepa misma que atraviesan el padre y el hijo. Dos ejemplos de la prosa de McCarthy:


“He looked at the sky. A single gray flake sifting down. He caught it in his hand and watched it expire there like the last host of christiandon”.

“And the dreams so rich in color. How else could death call you. Waking in the cold dawn it all turn to ash instantly. Like certain ancient frescoes entombed for centuries suddenly exposed to the day”.


Ya casi estoy ahi. No lo termino aun, pero cada vez que avanzo diez minutos me sorprendo por lo bien que este libro esta escrito, y me lamento porque queda menos. A la vez hago un salto entre esto y la propia trivialidad diaria (voy de nuevo: reuniones, eventos, etc...) y me espanta la trivialidad que nos envuelve a cada instante.


PD, dudo que agregue mucho, pero hay una película en ciernes con el “cuervo” Mortensen.La foto de los protagonistas junto al carrito ilustra este post y nos da buena idea del entorno fatal del libro.



5 comments:

Daniel said...

Estoy a 5o páginas del final. Leo una carilla y casi lloro. No puedo terminar.

Anonymous said...

Mi parte favorita fue la escena con el ladron, el thief. Siempre sabia que toda la sabiduria la tiene el hijo.
buena lectura, claro si no estas deprimidX.

Daniel said...

Buen libro, además, para resetear y darse cuenta de un montón de cuestiones precarias que nos rodean y que pueden desaparecer.

Marie said...

lo leí hace poco y me acordé de este post

Luis said...

Un libro muy espcial. Me sorprendió al principio la falta de verbos, pero me fue enganchando, enganchando.
Cruda esencia de la vida desprovista de cualquier complemento.
Muy bueno.