OK, aquí vamos otra vez.
Philip Roth, en su "American Pastoral" detona alrededor de la página 35 el asunto de las otredades. "And yet what are we to do about this terribly significant business of other people... ? Is everyone to go off and lock the door and sit secluded like lonely writers do, in a soundproof cell, summoning people out of words and then proposing that these word people are closer to the real thing than the real people that we mangle with our ignorance every day? The fact remains that getting people right is not what living is all about anyway. It's getting them wrong that is living, getting them wrong and wrong and wrong and then, on careful reconsideration, getting them wrong again."
Nathan, el alter-ego de Roth, un varón nostalgioso de sesenta y pico de vuelta de una operación de próstata (hoy estamos pum para arriba) persevera en su búsqueda del personaje, Swede Lenov, un tipo carismático al que la vida le dió todo, y al que trata de capturar en su percepción varios años después. Pero no lo logra. Swede es una especie de Dios con una mácula: su propia hija se hartó de tanta perfección y se le dió por tirar bombas en los setenta. "When it comes to illuminating someone with the Swede's opacity, to understanding those regular guys everybody likes and who go about more or less incognito,it's up for grabs, it seems to me, as to whose guess is more rigorous than whose."
Me despego de Roth y soy yo otra vez, en esta sala VIP, pensando en lo que es entender al otro (en la pareja, en los negocios, en la paternidad) y siento que estamos a años luz y que sólo capturamos fantasmas. No nos llega la cosa real, sino su derivada tercera o cuarta, y por eso estamos condenados a la prisión de nuestra percepción y a vagar entre otredades. La cosa es así, tan sin piedad y desnuda, que este post no merece links aclaratorios, ni imágenes atractoras de lectores.
Wednesday, November 25, 2009
Thursday, November 12, 2009
Los clichés de fin de año
A medida que se acerca fin de año, la gente abre su válvula de clichés. En cualquier encuentro casual, deja caer su catarata de lugares comunes acerca de cómo pasó el año, motivos y lugares de encuentro, la sequía, la inseguridad, y que cómo está el país.
Sin embargo, algunos lectores de este blog fueron bien poco convencionales. Me dicen, muy sueltos de cuerpo, que no insista con que el Payaso es un académico, un pensador. Muy por el contrario, me enseñan fotos de Olé-fraguadas de mala manera- y documentos varios sobre la verdadera naturaleza del payaso: según ellos, un jugador de fútbol nacido en Estudiantes de la Plata, con fugaz paso por el Perú, y de actual desempeño en Racing. Los escucho, respiro y les contesto pacientemente.
No les hablo de universos paralelos, simplemente dejo que algunas ideas del Payaso derrame sobre ellos la luz del entendimiento. Y sin embargo, hay algo más. Mientras esgrimen la falsa evidencia, azuzando el aire con revistas y tabloides, sobrevuela una pequeña paranoia. No puedo dejar de admitir que en esas fotos el Payaso se parece a un viejo actor conocido como Gustavo Bermúdez, y creo entrever realidades aún peores, casi tanto como los clichés de fin de año.
Sin embargo, algunos lectores de este blog fueron bien poco convencionales. Me dicen, muy sueltos de cuerpo, que no insista con que el Payaso es un académico, un pensador. Muy por el contrario, me enseñan fotos de Olé-fraguadas de mala manera- y documentos varios sobre la verdadera naturaleza del payaso: según ellos, un jugador de fútbol nacido en Estudiantes de la Plata, con fugaz paso por el Perú, y de actual desempeño en Racing. Los escucho, respiro y les contesto pacientemente.
No les hablo de universos paralelos, simplemente dejo que algunas ideas del Payaso derrame sobre ellos la luz del entendimiento. Y sin embargo, hay algo más. Mientras esgrimen la falsa evidencia, azuzando el aire con revistas y tabloides, sobrevuela una pequeña paranoia. No puedo dejar de admitir que en esas fotos el Payaso se parece a un viejo actor conocido como Gustavo Bermúdez, y creo entrever realidades aún peores, casi tanto como los clichés de fin de año.
Tuesday, November 10, 2009
Kurt Vonnegut
En Cat´s Cradle, una de sus mejores novelas, Kurt Vonnegut escribió esto: "Beware of the man who works hard to learn something, learns it, and finds himself no wiser than before... He is full of murderous resentment of people who are ignorant without having come by their ignorance the hard way".
Perspicaz a más no poder, Vonnegut es uno de esos escritores que no figurará en el Top Ten pero que no se puede dejar de leer. Su forma de escribir -pues no se puede ser ampuloso con él, no se puede hablar de su Obra- nos hace preguntarnos si se puede hacer tan buena Sci-Fi sin haber tenido una vida tan llena de avatares como la suya.
Por qué avatares? Intentó varias veces la vida universitaria (Bioquímica, Antropología, varios etcéteras) pero no era lo suyo. Fracasó con énfasis en varios trabajos. Combatió en la Segunda Guerra y como prisionero, sobrevivió al Bombardeo de Dresde. Tuvo que apilar cadáveres (esto luego inspiró "Matadero Cinco"). En su vida familiar tampoco le fue bien: su madre se suicidó. Su hermana murió de cáncer y su cuñado en un accidente, con diferencia de horas. Vonnegut decidió adoptar a sus tres hijos, y formar así una familia enorme, a pesar de las dificultades económicas que sobrellevó. Se enfrentó al establishment, y hasta se burló de sus condecoraciones de guerra. En fin, muchas veces fue tildado de mal escritor... pero a él no pareció importarle.
Vonnegut siguió adelante. Logró volcar la Ciencia para aportar caos e irracionalidad a su visión del mundo, no exenta de una idea artística que aún inspira a diseñadores de t-shirts. Cat´s Cradle, por ejemplo, incluye la idea del Hielo Nueve (terrible arma de guerra que solidifica los mares) con las republiquetas bananeras y la religión del Bokonismo.
En fin, están sus Sirenas de Titán, su Desayuno con Campeones y su Pájaro en Celda. Está el mencionado Matadero Cinco. Todo por leer, entonces. Y en el momento en que empezamos a caminar por él por esa senda angosta entre el argumento y el absurdo, él nos hace caer: "Those who believe in telekinetics, raise my hand".
Perspicaz a más no poder, Vonnegut es uno de esos escritores que no figurará en el Top Ten pero que no se puede dejar de leer. Su forma de escribir -pues no se puede ser ampuloso con él, no se puede hablar de su Obra- nos hace preguntarnos si se puede hacer tan buena Sci-Fi sin haber tenido una vida tan llena de avatares como la suya.
Por qué avatares? Intentó varias veces la vida universitaria (Bioquímica, Antropología, varios etcéteras) pero no era lo suyo. Fracasó con énfasis en varios trabajos. Combatió en la Segunda Guerra y como prisionero, sobrevivió al Bombardeo de Dresde. Tuvo que apilar cadáveres (esto luego inspiró "Matadero Cinco"). En su vida familiar tampoco le fue bien: su madre se suicidó. Su hermana murió de cáncer y su cuñado en un accidente, con diferencia de horas. Vonnegut decidió adoptar a sus tres hijos, y formar así una familia enorme, a pesar de las dificultades económicas que sobrellevó. Se enfrentó al establishment, y hasta se burló de sus condecoraciones de guerra. En fin, muchas veces fue tildado de mal escritor... pero a él no pareció importarle.
Vonnegut siguió adelante. Logró volcar la Ciencia para aportar caos e irracionalidad a su visión del mundo, no exenta de una idea artística que aún inspira a diseñadores de t-shirts. Cat´s Cradle, por ejemplo, incluye la idea del Hielo Nueve (terrible arma de guerra que solidifica los mares) con las republiquetas bananeras y la religión del Bokonismo.
En fin, están sus Sirenas de Titán, su Desayuno con Campeones y su Pájaro en Celda. Está el mencionado Matadero Cinco. Todo por leer, entonces. Y en el momento en que empezamos a caminar por él por esa senda angosta entre el argumento y el absurdo, él nos hace caer: "Those who believe in telekinetics, raise my hand".
Subscribe to:
Posts (Atom)