Tuesday, August 26, 2008

Medida por medida

Hay un deporte formativo en las escuelas. Hay un deporte profesional sujeto a federaciones en cada país. Y hay un deporte olímpico para las elites. No siempre hay correspondencia entre estos tres grupos. Como tampoco los números de un medallero pueden reflejar lo que ocurre en los países.

El medallero tras Beijing 2008 puede sugerir que el ganador fue China por cantidad de oros, o que fue Estados Unidos por cantidad total, o que fue la Comunidad Europea si se agrupan sus países, o que fue Jamaica con sus tres oros en relación a la cantidad de habitantes. O se puede hilar aún más fino y no hallar correlación alguna, sobre todo si se compara el medallero olímpico con el Human Development Index liderado por los países escandinavos.

Este desacople entre realidad y olimpismo es ilustrado por Fernandez Moores en su nota "La Fiebre del Oro" en La Nación de hoy. "Los Juegos, se sabe, celebran a élites deportivas, que pueden ir de los músculos hipertrofiados del nadador francés Alain Bernard a los cuerpos condenados a no crecer de la gimnasta china He Kexing, que pesa apenas 33 kilos. O a un Michael Phelps obligado a consumir 12.000 calorías diarias, nadar 70.000 metros por semana y dormir 9 horas por día. Un talentoso robot cuya vida, según él mismo la describió, consiste en “comer, nadar y dormir”.



Monday, August 18, 2008

David Lynch, la decadencia y los 21 km

La media marathon de la Costanera fue para mí una película de David Lynch: el personaje cambia varias veces, no se entiende mucho, pasa todo al revés de lo esperado, y sin embargo uno se retira diciendo "qué película interesante".

Cinco minutos antes de largar mi entrenador me desliza un papel con el tiempo al cual debía correr. Ante mi mirada azorada veo un cifra digna de kenyata (salir a 4:25? yo?). el papel se autodestruye y agentes de la KGB contemplan la escena con aquiescencia. El entenador diluye todo con una sonrisa enigmática. Ambos nos estamos evaluando: él se pregunta qué tan chapita soy, yo me pregunto qué tan chapita es él. Me alejo en silencio hacia la meta, imaginando un plan de carrera a mitad de camino entre mi bilardismo y su optimisimo.

epur si muove. Salgo a 4:30 y a los 5 km estoy quemadísimo. En esos km mortales me asaltaron una serie de pensamientos negativos, que al menos me dejaron las llaves del auto. Quién tiene la culpa de esto, me decía? Lo atribuí a...
a) el viento
b) se me desató un cordón (jamás me había pasado antes)
c) me saludó una chica con un toque pitoniso ("te conozco") y me dejó atrás
d) el viento
e) perros buscaban carne humana entre los corredores
f) pensé en abandonar en el km 10
g) el viento
h) el duro entrenamiento del mes anterior.

Por el km15 me reagrupé con gente de la STAA que me fue llevando. Más perros hambrientos, más olorcito a choripan, menos incidentes memorables. Terminé boqueando, en 1h38, y me arrojé en el muro de piedra al lado del mar de pastizales. Eso es lo bueno de correr en Costanera, podés arrojarte a morir al final de la carrera sin que nadie repare en tus despojos.

En la conferencia de prensa posterior atribuí todo a la hipótesis h). Mis palabras fueron "las mitocondrias no agarraron el entrenamiento aún, son lentas". Lo que sí me pregunto es si el tipo que clavó 1h35 en una media marathon hace 3 años era yo, o era otro tipo de una película de David Lynch.

Friday, August 15, 2008

Portishead - The Rip - Live on BBC 2008

No se va a llamar mi amor, diría Charly.
Ni será jamás tema de Marley, Suar o Tinelli.
Sus ex-managers no querrán saber por qué volvieron.
Ni sus fans podrán soportar otro desengaño.
Están de vuelta con el mejor tema del 2008.
Son una Otredad, musical, y hacen juego con todo el Inventario.