Wednesday, September 05, 2012

Mandelstam

Cada tanto, pero especialmente cuando rompo con la autoridad, o cuando hago pequeños balances personales (ese pequeño juicio sumario en el espejo del auto, a la espera del semáforo verde) o tal vez cuando no puedo evitar ejercer cierta autoridad pedestre, me viene a la mente qué habrá sentido el bueno de Ossip Mandelstam cuando le exigieron ser quien no era.

Ossip era un sincericida. No podía evitar decir lo que sentía. La foto nos da a entender que terminó mal.
Su historia es algo más específica y siniestra. También está descripta con mucho vuelo en el cuento "Mandelstam" de Elliot Perlman.

Mandelstam vivió en el San Petesburgo posterior a la revolución rusa. Penó por escribir poemas perfectos en momentos en que sólo había que callar. Pues la Rusia comunista era algo a lo que nuestra pobre Argentina no puede evitar parecerse cada vez más.Y si bien fue torturado, el verdadero suplicio para Ossip era tener que ser alguien distinto de quien era.

Mandelstam escribía cosas así de perfectas:

"I was only in a childish way
connected to the established order
I was terrified by oysters
and glanced distrustfully at guardsmen

And not a grain of my soul owes anything
to that world of power
However much I was tortured
trying to be someone else".

Y esto es tan bello que no hace falta mucha explicación más. O tal vez lector, debas leer el banner más arriba, y entender cuál es el fin que guía a este blog hace una eternidad de seis años.