Friday, January 27, 2012

Inmediatez y medianía



Tri tri tu tu. 3322, Chase Avenue. El taxista haitiano repite direciones. Hago tiempo mientras vuelvo de un viaje por trabajo.Veo alrededor mitades iguales de ostentación y basura . Es extraño: en un barrio francés-moishe de Miami parece haber un pacto natural entre ambas magnitudes, cuyo resultado artístico (si esto fuera una "instalación", digamos) sería un croissant en estado de putrefacción.

El timeline gira como una rueda de la fortuna, y me cuenta qué pasó en Twitter durante una semana de ausencia. Mi filtro natural me detiene en dos noticias. Por un lado parece que hubo en Davos una cena con ocho Premios Nóbel -esto significa algo, supongo-donde emergió la idea de "shortermización": superpoblación, basura, recursos escasos, cambio climático. Absolutamente 2012. La buena y vieja inmediatez por la cual algunos gremios pueden reclamar, y otros no. Una azafata es más que una maestra.

Por otro lado, en La Nación otra vez aparece un artículo de Martín Amis sobre Nabokov. Google "Martis Amis" + "Nabokov + La Nación. Surgen no menos de diez artículos en diez años. Pero también algo surge, la distinción que se hace entre talento -algo natural en Nabokov y pocos más- y fama, que puestos de manifiestos en el canon literario significa más o menos que la Academia niega el talento para que todos puedan más o menos llegar a fin de mes. Esto también lo explica bien Guilllermo Martínez, y desemboca en una masomenización de la crítica literaria.

En una vuelta de tuerca, tal vez una cosa sea consecuencia de la otra. Cómo distinguir el talento si no hay tiempo para la evaluación? Lo más fácil, en el caso de la litertura, es seguir poniendo bien arriba en la góndola a los "best sellers". Nunca mejor definida una categoría.

Todo esto suena como acelerar contra una pared de basura: el tiempo colapsa, la limpieza es imposible, no se pueden distinguir valores, no hay talento posible, solo su impostación. Sólo vale la escasa probablilidad de fugarse. El taxista me sigue hablando en haitiano básico. Argentina. Allá vuelvo.

Monday, January 02, 2012

Pamuk, Matilde, y la Argentina


Pamuk estuvo en Buenos Aires. Intenté ser uno de los afortunados en entrar a la conferencia del Malba, pero no tuve suerte. Traté de seguir los acontecimientos desde el monitor del hall. A los cinco minutos, Matilde -la presentadora- me desalentó con su intento de mostrar que ella era la que debía brillar, y no el poseedor del Nobel. Eso, y que había que hacer las compras de Navidad, me empujó a la salida.

Como a menudo sucede, no hace falta ser testigo directo, sino estar invadido del suficente contexto. Me fui recordando mis lecturas del "Black Book" y leí posteriormente sobre esa cierta desilusión del autor sobre aquello en lo que se convirtió Buenos Aires.

El mismo libro tenía la respuesta, sobre los maniquíes turcos, pero también sobre nuestros ciudadanos: "Once upon a time, they had lived all together, and their lives had had meaning, but then, for some unknown reason, they had lost that meaning, just as they’d also lost their memories. . . "

Que seamos capaces de darle significado a nuestras vidas es mi deseo (?) en estas fiestas (?).